¿Cómo dar amor a mis hijos según su edad?

Hay 4 formas principales de CONSTRUIR amor, todas son importantes a lo largo de toda la vida, pero en cada etapa del desarrollo, se necesita predominantemente una de estas 4 formas de construir afecto.

0-2 años: Contacto Físico y Cuidado

Desde el nacimiento hasta al rededor del año y medio o dos años, los niños necesitan la forma más básico de afecto que existe, la cual consiste en dar protección, satisfacer las necesidades básicas y contacto físico.

Besarlos, vigilar su temperatura y darles de comer a tiempo, son ejemplos concretos para construir amor en esta etapa de su desarrollo. Esto les ayudara a generar un sentimiento de seguridad y apego hacia quienes los cuidan.

Descuidar a los bebés, gritarles, pegarles, y castigarlos a esta edad genera el efecto contrario. Ya habrá tiempo para disciplinarlos, pero esta etapa no es para eso.

Hay padres que se estancan en esta forma de afecto y creen que solo con abrazos besos y cuidados se les demuestra cariño a los hijos, y siguen dando todo lo que desean a sus bebes de 15 años, supuestamente para demostrar que lo aman, aunque el hijo afirme todo el tiempo “nadie me quiere”.

2-6 años: Diversión y Convivencia

¿Has observado como llama un niño de 3 años a alguien con quien estuvo divirtiéndose? Así es le llama “Mi amigo” aunque ni siquiera sepa cómo su nombre.

Esto se debe a que, en esta edad, la forma principal de construir cariño es a través de la diversión, los buenos ratos, las experiencias positivas y la convivencia agradable.

Jugar a los astronautas, cocinar postres divertidos, salir al parque, contar cuentos, son ejemplos concretos de cómo construir afecto a esta edad.

Esto genera en los hijos un sentido de pertenencia por la familia, y la necesidad e interés por convivir con sus familiares, a la vez que les enseña a socializar con los demás.

Ignorarlos, no pasar tiempo con ellos, realizar actividades que no les gusten, discusiones y pelear sirven para destruir esta forma de afecto, después no es raro que cuando son mayores, solo visiten a sus padres dos veces al año.

Media hora diaria, divertida agradable vale infinitamente más que un día completo aburrido o desagradable. También evita castigarles quitando este tiempo de calidad, por ejemplo “no vas a ir con nosotros al parque” en especial en esta etapa de la vida.

6-12 años: Reconocimiento

La principal forma de generar afecto en esta etapa es con el lenguaje, al momento de afirmar cosas positivas sobre lo que son, lo que hacen, o lo que sentimos hacia ellos.

Que trabajador eres, Te amo mucho, Eres una persona muy dulce, todo lo que haces te sale muy bonito, son solo algunos ejemplos concretos de frases que fortalecen el amor.

La importancia de esta forma de afecto radica en que les ayudamos a los niños a construir un auto-concepto positivo.

Que tonto eres, no sirves para nada, eres igual que tu padre, son algunos ejemplos de cómo debilitar este tipo de afecto, en general avergonzar, ofender y ridiculizar, son excelentes para fortalecer un sentimiento llamado rencor.

Lamentablemente, en nuestra sociedad es más fácil señalar lo negativo que lo positivo, y pareciera que por cada cosa buena que decimos de alguien debemos que decir 10 malas.

Adolescencia: Aceptación

Saber dar afecto a hijos adolescentes es un gran reto, no porque los adolescentes sean tan incomprensibles como queremos creer, sino porque el tipo de afecto que requieren rara vez nos enseñan a darlo.

La forma en la que el adolescente recibe amor es sintiéndose aceptado por lo que es, por sus gustos, por sus decisiones y por sus sueños.

Lamentablemente muchos padres se dejan controlar por el miedo de que sus hijos adolescentes arruinen su vida, sin darse cuenta que al rechazarlos, solo los orillan a hacer lo que tanto temen.

Los jóvenes de estas edades tienen como objetivo terminar de construir su identidad, por lo que necesitan un ambiente que los acepte y los respete, y si no consiguen eso en casa, no dudarán en buscar grupos que si lo hagan, lo que los puede llevar a unirse a grupos nocivos como pandillas.

Rechazar a los hijos, humillarlos, juzgarlos severamente y sobre-controlarlos, son formas de arruinar este tipo de afecto, y de asegurarnos de que tomen las peores decisiones de sus vidas, pues estarán demasiado ocupados luchando con sus padres, como para reflexionaran si lo que hacen es realmente porque lo quieren hacer o solo lo hacen para contradecir a quienes no los aceptan.

Aceptar NO es lo mismo que permitir, aceptar simplemente implica reconocer que los hijos se están convirtiendo en Individuos con opiniones propias y capacidad de decisión, aceptar implica reconocer que ellos son libres para cometer sus errores, y pagar sus consecuencias.

Cuando los hijos han recibido afecto y disciplina adecuada en cada etapa, es prácticamente imposible que hagan cosas que atenten contra su bienestar. Nadie se droga ni comete conductas de riesgo solo porque si, en la mayoría de casos, estas conductas solo son la forma de protestar por la falta de afecto y limites que padecen.

El amor a lo largo de la vida

A lo largo de la vida siguen activas las 4 formas de construir afecto, piensa en una pareja, y te darás cuenta que construyen su amor cuidándose, abrazándose, besándose, pasando tiempo juntos, haciendo cosas divertidas, expresándose su cariño, diciéndose cosas bonitas, y aceptándose, es decir aplican las 4 formas de construir cariño.

Si en nuestra infancia carecimos de una de una de estas 4 formas de construir amor, en la edad adulta se nos dificultará utilizarla, por ejemplo una persona que siempre ha sido criticada y rechazada difícilmente podrá dar aceptación a sus hijos adolescentes, o aquella persona a quien nunca se le dio una caricias o contacto físico, sentirá mucha incomodidad al querer dar y recibir caricias o besos de sus hijos.

(Fernando Pineda).

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