“El Pueblo” Somos nosotros.

Los nacos, los pobres, la clase trabajadora, la clase media, la raza de bronce, los güeros, los perfumados, las copetonas, los cholos, los ninis, los estudiantes, los mojados, los Godínez, los narcos, los empresaurios, los nerds, los LGBT, los industriales, los ricos, las feministas, los fifís, los de izquierda, los de derecha, los chayoteros, los chairos, los de la mafia del poder, los fresas, los burócratas, los privilegiados, los aristócratas, los burgueses, los prietos, los indios, los progres, los apretados, los neoliberales, los mochos, los machos, TODOS… somos mexicanos.

Clasificar a la gente, agraviarnos, calumniar por no compartir ideas, culpar de nuestras derrotas a quienes les va mejor, envidiar el éxito, la prosperidad o la belleza; boicotear a la competencia, arruinarla, acaparar el mercado, violentar a los demás para ganar yo lo que pierdan ellos, todas esas actitudes son factor común histórico del pueblo de México.

Ahora los candidatos a presidente se atreven a definir según sus criterios, quien es bueno y quien es malo, quien es traidor o quien será héroe, y se señalan a si mismos para exaltarse, se auto alaban y deciden quien merece respeto y a quien hay que violentar porque no coincide con sus ideas, los aspirantes a “Servidor público” alzan la mano con el dedo en alto, y como quien corrige a un infante nos sermonean, pretenden administrar el destino de 120 millones de PUEBLO, mucho de él infinitamente mejor que los aspirantes. Pretenden arreglar y regular nuestras vidas, y en sus “trabajos” no han producido algo que quite el hambre, cubra del frío, ponga un techo sobre sobre sus semejantes, o de algún servicio de valor. Jamás han sufrido un mercado conocedor y exigente, desconocen la competencia, la eficiencia, el ahorro, los costos, la satisfacción del cliente, la responsabilidad de un empleador; o el riesgo de una crisis económica.

Hace 18 años nacieron casi 20 millones de votantes, un tercio de los que podemos elegir al presidente, tantos como los que dieron el gane a los dos últimos mandatarios y sin embargo, nunca han conocido una inflación superior a dos dígitos, una devaluación del 400%, fenómenos comerciales como la especulación y el acaparamiento, ellos siempre han encontrado en el mercado todo tipo de productos, no saben que es la Maseca y les importa un comino su precio, tienen en sus manos todo lo que ofrece el mundo. Esos jóvenes pueden consultar cualquier dato, compartir información, entretenerse, hacer compras y pagar todo en tiempo real, difícilmente se levantan por la mañana sin una ventana en la mano para ver, hablar o consultar cualquier cosa cuando les plazca, no tienen que capotear un noticiero sesgado para enterarse, pueden ver el mundo en todas sus versiones sin el control del gobierno.

¿Porque no les contamos nuestra historia? ¿Por qué no les explicamos que antes no se vivía mejor? ¿Por que no les decimos que cada 6 años había que resurgir de las cenizas, que temíamos al informe presidencial porque sabíamos que subirían los precios de la gasolina, y también el de la manteca, el arroz, el frijol y la tortilla? ¿Porqué no les contamos que o convertías tus pesos a dólares o perdías el ahorro de toda tu vida? Diles que nadie sabía cuánto costarían las cosas la próxima semana, que los productos en la tienda pesaban menos que las etiquetas sobrepuestas para cambiar sus precios, que si hablabas mal del presidente te perseguían, que la ley tampoco se respetaba y que el gobierno era solo una oportunidad para amasar fortuna y aprovechar privilegios. ¿Porque no les advertimos que todos somos EL PUEBLO y que ningún tiempo pasado fue mejor? ¿Por qué no les contamos que deben conocer el pasado para evitar el error y los abusos de quienes nos quieren divididos? ¿Por qué no les explicamos que la esperanza no peina canas? ¿Porque no les decimos que la esperanza son ellos?

¡Que Dios Nos Bendiga!
hlaredom@gmail.com

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