La peor de las mentiras de AMLO

No hay estudio serio sobre los regímenes populistas en el mundo que no terminen con una conclusión similar: su insostenibilidad en el tiempo. Todos, sin excepción, parten del supuesto de que combatiendo mediante el incremento del gasto público la desigualdad y la pobreza, se resuelven todos los problemas de un país, pero no es así.

Tras unos años de aparente mejoría viene el desastre que luego, quienes promovieron ese tipo de gobiernos, se niegan a reparar. El problema no está en que se quiera acabar con la injusticia social, sino en los mecanismos que se activan para hacerlo; además de las intenciones verdaderas que motivan esas acciones. Y es que, detrás de todo populismo, está la ambición de quienes quieren para sí la veneración del pueblo. Los perfiles psicológicos que se han construido en torno a las figuras populistas, desde Perón hasta Chávez, coinciden en señalar el delirio de grandeza como rasgo central.

No es difícil entender cómo logran cautivar a sus seguidores, sobre todo, cuando la gente está harta de la corrupción, el derroche y la ineficiencia gubernamental. Para quien se siente víctima del sistema, le resulta muy atractiva una oferta que le asegura que sin esfuerzo alguno sus condiciones de vida mejorarán en el corto plazo. Lo que el populista jamás les aclara, es que luego tendrán que pagar, porque los recursos que se utilizan para los beneficios que reciben “gratis” no salen de la nada. No ha habido en la historia de la democracia un régimen que, habiendo ampliado el ejercicio del gasto público sin respaldo económico real para hacerlo, no haya terminado sobre endeudando a su nación.

La única resultante de que la gente tenga más dinero para comprar sin el previo crecimiento de la productividad es el incremento descontrolado de la inflación. Por eso, la única vía segura para mejorar la calidad de vida de los mexicanos es y seguirá siendo el aumento de nuestras capacidades productivas.

López Obrador miente de todas las maneras en que le es posible mentir; pero la más dañina de sus falacias es hacer creer a los mexicanos que vivirán mejor con el menor esfuerzo.

Face: marcelotorresc / Tuitter: @marcelotorresc

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