¿Qué hacer cuando los hijos se van?

Lidiar con la partida de los hijos del hogar no es fácil. Después de vivir bajo el mismo techo durante varios años, llega el momento en que alcanzan la mayoría de edad, algunos incluso lo hacen antes, y deciden tomar su propio camino en la vida y dejan el hogar que les formó y les dio seguridad por tantos años.

Esto es algo normal, sin embargo hay padres que resienten esta despedida de manera más intensa. Afectando no sólo su estabilidad emocional sino también su Salud. A esto se le llama Síndrome del Nido Vacío y es más común de lo que crees, sobre todo en aquellos padres cuyo único objetivo en la vida es el cuidado y protección de los hijos.

El Síndrome del Nido Vacío.
Aunque el síndrome no es una condición clínica, es un término que se utiliza para identificar el conjunto de síntomas que experimentan los padres cuando sus hijos, ya sea por independizarse, casarse, estudiar o trabajar, se despiden de casa.

Es normal sentir tristeza de vez en cuando después de la despedida de los hijos, pero si en lo único que piensas es que tu vida ha perdido su sentido, hay que prestar atención ya que podrías estar experimentando este síndrome. Este puede pasar desapercibido por mucho tiempo y empeorar hasta convertirse en una depresión.

¿Cuáles son sus síntomas?
Llanto y tristeza constante
Pérdida del sentido de la vida
Aislamiento familiar, laboral y social
Sentimiento de rechazo y/o culpa
Preocupación excesiva y constante por el hijo que se fue
Ansiedad y estrés
Sentimiento de abandono
Desesperanza y abatimiento

Desafortunadamente la partida de los hijos del hogar usualmente coincide con otros cambios en los padres como lo son la menopausia, andropausia, la jubilación o incluso la pérdida de alguno de los cónyuges. La realidad es que todos los padres son susceptibles a padecer este síndrome, pero algunos factores pueden propiciar su aparición:

Un matrimonio inestable.
Autoestima basada principalmente en el éxito de la persona en su función de padre o madre.
Dificultad para lidiar con el cambio en general.
Ser padre o madre de tiempo completo.

La buena noticia es que este síndrome se puede prevenir. ¡Sí! La mejor manera para hacerlo es comenzar a planear tu futuro. No esperes a que tu último hijo salga del hogar, comienza a hacerlo desde antes. Empieza a planear tu nueva vida y disfrútala al máximo. ¿Quieres algunas ideas? Aquí te las compartimos:

1 Planea qué harás con tu nueva vida.
Ahora que los hijos no están, es posible que haya un extra de dinero, tiempo y espacio disponible para ti. No te sientas mal por eso, trabajaste duro toda tu vida para lograrlo. Así que, ¿qué te parece tomar esas vacaciones que siempre quisiste? O tal vez es momento de ampliar la cocina como siempre deseaste. Planea, pero asegúrate de llevar a cabo tus planes.

2 Re-enamórate.
¿Sabías que las parejas con hijos pasan juntos solo un tercio de tiempo que pasaban antes de ser padres? Tal vez sea hora de comenzar a conquistar a tu pareja nuevamente. ¿Eres soltero? Entonces date tiempo de conocer nuevas personas, de salir e iniciar una nueva relación.

3 Haz nuevas amistades.
Es momento de ampliar tu círculo de amigos. Sí, es probable que con el paso del tiempo hayas perdido contacto con antiguos amigos, pero ahora es una buena oportunidad para reencontrarse. ¿Qué te parece inscribirte a esa clase que siempre quisiste? Regresar a la escuela o encontrar un empleo que te llene pueden ser buenas opciones también. Recuerda que toda oportunidad es buena para conocer a alguien nuevo.

4 Expresa tus sentimientos.
Comparte tu proceso de duelo y cómo te sientes al respecto con tu pareja, tus amigos u otros familiares. Existen grupos y páginas en línea que pueden conectarte con otras personas que están atravesando lo mismo que tú. No te guardes todo, verás que entre más toques el tema con quien más confianza tienes, sentirás cada vez una menor carga. Buscar ayuda profesional puede ser una buena opción para comenzar tu nueva vida.

5 No pierdas contacto.
¿Qué te parece establecer un día con tus hijos para verse? No tiene que ser presencial, existen muchas opciones de comunicación actualmente para hacer videollamadas o hazlo de la manera tradicional. Ve por un café o haz una llamada telefónica. Sé consciente que la comunicación no será la misma, pero eso no quiere decir que hayas dejado de importarle, sino que tiene otras ocupaciones propias de su vida que pueden requerir de su atención o tiempo. No los presiones, ni lo hagas sentir culpable por esto. No te desanimes, lo importante es que no pierdas contacto.

6 Pon manos a la obra.
¿Qué es eso que siempre quisiste hacer y que nunca tuviste tiempo? Encuentra una actividad como la pintura, el canto, el baile, la música, la cocina, jardinería, etc. Hay muchas posibilidades, elige la que más te guste y que te sirva de apoyo para liberar tus energías y mantener tu mente ocupada en algo que ames hacer.

7 Relájate.
Es difícil, pero no imposible. Comienza a meditar, tal vez puedas leer un libro o comenzar a practicar yoga o algún deporte. Escribe lo que sientas y lleva un registro de tus emociones. Acercarte a tu líder religioso también es una buena opción. No descartes ninguna, elige la que más te satisfaga y comienza a relajarte.

8 Cuida tu Salud.
Ya no hay pretextos. Ahora es cuando más tiempo tienes para realizar actividad física, comer mucho mejor y visitar más seguido al médico. Recuerda que tener un estilo de vida saludable reducirá los riesgos de padecer alguna enfermedad. Así que ve al parque a caminar o andar en bicicleta, inscríbete a natación o a alguna clase de baile, come más balanceado y realízate un check up. Todas son buenas opciones para comenzar a cuidar de ti.

9 Planea las fiestas.
¿Estás acostumbrada pasar las fiestas en familia? No te aflijas si tus hijos no pueden regresar al hogar para ellas, mejor planea qué harás. Es posible que te reúnas con amigos o con otra familia, ¿qué te parece asistir a una cena o fiesta en algún restaurante? Aprovechar las fiestas y realizar unas vacaciones te puede hacer mucho bien. Sal de la rutina, no pasa nada.

10 Toma decisiones conscientemente.
Si presentas algunos de los síntomas del síndrome, es mejor que busques ayuda profesional y evites tomar decisiones de las cuales puedas arrepentirte más adelante. Tal vez vender tu casa o mudarte parezca una buena idea cuando lo haces bajo el influjo de una profunda tristeza. Mejor espera a que te sientas mejor para tomar decisiones importantes.

El ciclo de la vida es algo natural y completamente normal.

Lo sabes desde siempre, simplemente es necesario que entiendas que esta nueva etapa en la vida de tus hijos en los que ya no dependen de ti tanto como antes estaba destinada a pasar. Deja las preocupaciones de lado, tus hijos se han ido para independizarse y comenzar su propia vida, permíteles hacerlo. No los presiones o los hagas sentir mal por ello. Déjalos que vivan sus propias experiencias, y si se equivocan, no pasa nada. Tú lo hiciste en el pasado y ve hasta dónde has llegado.
Estamos seguros que estas recomendaciones podrán ayudarte a hacer frente a los cambios que están por llegar a tu vida y evitar la aparición del síndrome. Es cierto, duele dejarlos ir, pero es necesario que emprendan su propio vuelo, que maduren y experimenten. No te aflijas, tus hijos siempre serán tus hijos y siempre estarán para ti cuando más los necesites.

Y lo más importante, nunca olvides que el hecho de que tus hijos se hayan marchado del hogar es porque fueron educados de tal manera que hoy son capaces de salir a conocer el mundo, sobrevivir y crear su vida por cuenta propia. ¡Siéntete orgulloso de eso! Celebra junto a tu pareja y felicítense por haberlo logrado.

¿Recuerdas todas esas aventuras que imaginaste iniciar algún día? ¡Es momento de hacerlo! Haz una lista de todos los proyectos que tienes pendientes en la vida y comienza a trabajar para hacerlos realidad. Aún queda mucho tiempo por delante y es una excelente manera de utilizar tu tiempo. ¡Diviértete haciéndolo!

(Espacio Saludable/Christus Muguerza).

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