Ventajas de trabajar en equipo
Son tantos los beneficios para una empresa de trabajar en equipo de forma eficaz que es necesario realizar un gran esfuerzo de síntesis para citar los principales, que básicamente serían:
- Con el trabajo en equipo se mejora la rentabilidad y productividad de la empresa.
- Se optimizan los recursos de todo tipo.
- Ayuda a tomar las mejores decisiones y a aportar e implementar ideas más brillantes y creativas.
- Se mejora el bienestar y por lo tanto la satisfacción y motivación del conjunto de los empleados.
- Se aumenta la fidelización, identificación y compromiso de los profesionales con su empresa.
Las 10 cualidades para trabajar en equipo
La realidad es que, en la práctica, son muchas las empresas que no son capaces de beneficiarse de las ventajas del trabajo en equipo, o al menos no en todo su potencial. En la mayor parte de los casos, el motivo principal de no trabajar bien en equipo se debe a que sus miembros, o una parte de ellos, no poseen las cualidades adecuadas para integrarse o hacer funcionar de forma óptima un equipo de trabajo.
Según los expertos, las 10 cualidades que debe tener un profesional para trabajar en equipo son:
- Ser una persona flexible y adaptable. Es necesario saber adaptarse a los circuitos de trabajo y al resto del equipo, aceptando incluso que, en ciertos aspectos, el propio equipo modifique nuestra forma de trabajar.
- Tener dotes comunicativas. La falta de comunicación entre sus miembros es el principal enemigo de la eficacia de un equipo de trabajo.
- Ser empático. Es también muy importante que los distintos componentes de un equipo sepan ponerse en el lugar de sus compañeros y comprender sus problemas e inquietudes.
- Saber escuchar. No se trata solo de dar ideas, sino también escuchar a los demás y valorar sus aportaciones
- Aceptar críticas. Siempre que sean constructivas, las críticas son muy valiosas porque nos hacen ser conscientes de nuestros propios errores y nos ayudan a mejorar.
- Ser colaborador. Las personas con esta cualidad no buscan la competición con el resto de miembros del equipo, sino trabajar codo con codo para lograr los objetivos de la empresa.
- Tener sentido del compromiso. Tanto con el equipo o departamento al que se pertenece como con la empresa en su conjunto.
- Asumir responsabilidades. No debe confundirse trabajar en equipo con no asumir funciones y tareas que nos corresponden a nosotros, por estar dentro del ámbito de nuestra responsabilidad individual.
- Ser entusiasta. Y, sobre todo, ser capaz de transmitir y contagiar dicho entusiasmo a los demás.
- Tener un enfoque a objetivos. Tanto individuales, como de equipo y globales de la empresa.