¡Hipócritas recortados!

Debo aclarar de inicio, que no implica la redacción de esta columna, la defensa al gobierno federal ni es tampoco una justificación a los recortes presupuestales en algunas áreas torales de la administración pública.

En especial, no estoy de acuerdo con recortes al campo y a la salud.

Tampoco estoy de acuerdo con los chantajes de agrupaciones como Antorcha Campesina que buscan la conservación de privilegios para líderes y no para el campo o los campesinos.

Creo, sí, que había que depurar todo el sistema de salud, que, a través de los sexenios presidenciales, se fue llenando de recomendados, de ineficientes, de fantasmas y aviadores, de tranzas y de corruptos. Por supuesto, en ese basto sector, hay gente comprometida e íntegra, personas morales y éticas, por ellos había que diagnosticar y luego hacer un rafia de fondo. Recortar, sí, a toda la masa sobrante. Quitar la pus, desinfectar. Sanear al paciente sectorial.

De igual forma, las dependencias de atención al campo y de fomento agropecuario (muchas dependencias de toda índole) están saturadas de corrupción e infladas de nómina. Muchos miles de millones dirigidos al campo se quedan en manos de coyotes y pseudolíderes.

Recibir un apoyo o acceder a un programa rural es burocrático y favoritista, hasta clientelar, significa un viacrucis de papeles y sobamanos. Eso debe cambiar pero ojo, los programas y apoyos deben subsistir, fortalecerse y vigilarse. El campo está mal y es nuestra seguridad alimentaria la que está en juego. Es obligación estratégica del gobierno garantizarla para hacernos desarrollados y seguros por producir el 70% de lo que nos comemos. Los campesinos también merecen nuestro respeto y les debemos justicia, humanismo y desarrollo.

¿Cuál congruencia? (hipócritas)

El sexenio de Rubén Moreira Valdez como gobernador en Coahuila (que no de Coahuila, de nosotros los coahuilenses bien nacidos, nunca lo fue) rápidamente se convirtió en el peor gobierno, y él (el Gordo Fachas), en el político y gobernante más odiado (por cínico y corrupto).

Sus grotescas formas de ser y actuar, la maldad manifiesta en su ”nueva forma de gobernar”, se sumaron a los complejos de clase. Entonces, una monstruosidad se engendró para joder a la gente, contrario a lo que sinvergüenza alguna, juró servir.

Si algo definió su desgobierno, fue su manejo discrecional del dinero público. Se lo quitó a quien quiso y se lo regaló a quien le sirvió de prestanombre o de cómplice. Inventó leyes, programas y oficinas, y en ellos retacó de incondicionales del dinero y ajenos a la patria y al pueblo.

Se robó toda la hacienda de los coahuilenses el desalmado Moreira, endeudó miles de millones más al estado, dio dinero a los amigotes en dependencias y quitó a su antojo a los que odiaba (que eran tantos, pero muchos… muchísimos más son los que lo odian a él).

Y ahora, que por su misma corrupción (que encebó las cochinas manos del Clavillazo, Ochos Reza, corrupto dirigente del PRI), es diputado federal plurinominal, con fuero para la justicia (fuero que AMLO no quiso quitar a legisladores, gobernadores y alcaldes, a saber por qué compromisos), pretende sorprender a ilusos con una “conducta digna” ¡Qué risa da, patético!

Primero dijo que “era su obligación ir a la sede altera donde se cocía el presupuesto (MORENA huía de San Lázaro porque Antorcha Campesina tomaba los alrededores)”. Luego, ya ahí, a sabiendas que nada cambiaría del paquete presupuestal 2020, fingiendo cordura y congruencia (características ausentes en su ente deformada), se salió de la sesión de negociaciones y se llevó con él (entre su patotas) a Fernando De Las Fuentes y a Martha Garay, dos incondicionales.

Aunque no lo crean, incongruente y falso (hipócrita y simulador) dijo “que es injusto el presupuesto y él no lo toleraría”. Jajaja.

Presupuesto 2020

Una guerra sin cuartel fueron las “negociaciones del presupuesto para 2020”.

Por un lado estuvo la posición infranqueable de MORENA y sus aliados, que intentaba “no quitar ni una coma al paquete fiscal que diseñó el Presidente”.

Por el otro, la postura del PAN y la postura del PRI.

El PAN defendió y defiende, antes y ahora (a toro pasado), asignaciones a áreas estratégicas que a su juicio, merecen presupuesto mayor. Cierto es que defiende también privilegios de los gobiernos de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Cosas útiles unas y viciosas otras. Defiende de fondo un modelo de gobierno y una forma ideológica de proceder.

En cuanto al PRI, se portó desde el inicio de las negociaciones, acomodaticio y convenenciero. Quería canonjías y quería tajada del pastel. No había principios que defender ni modelos que privilegiar. El PRI siempre PRI, buscó todo el tiempo “ganar algo para darse todo”.

El PRI movió a sus grupos de choque para presionar fuera de San Lázaro. Al chantaje de siempre y las negociaciones bajo presión, así apostó y así perdió.

¿De qué sirvió al desgastado y decolorado tricolor, a sus aun “leales”, el ridículo y las posturas chantajistas, cuando nada ganó en las negociaciones?

Sus formas arcaicas y corruptas, sus colmillos retorcidos y amarillentos (los de los dinosaurios del PRI), fueros superados por la malicia y perversidad de muchos ex-PRI que hoy deciden en MORENA.

El PRI y su cuadros distinguidos que no son otra cosa que ladrones de cuello blanco unos y de cuello sucio, el resto, tienen mucho que cuidar para que la 4T no los enjuicie. Eso lo sabemos todos.

Recortes

Recortaron con mil millones al INE y nada rebajaron de las prerrogativas a los golosos partidos políticos, como esperábamos.

Recortaron presupuesto a entidades endeudadas y a entes corruptas (Coahuila de doble partida). Pero luego, entregaron el 68% de las participaciones federales a 6 entidades gobernadas por MORENA. Tabasco se llevó la gran tajada (la tierra del Presidente).

Recortaron áreas estratégicas y dicen que “los apoyos serán entregados directamente a los beneficiarios, que los gobiernos y municipios no son confiables para bajar el recurso”. Ejemplo claro es el recién extinto Fondo Minero, cuyo espíritu fue “allegar recursos a entidades con industria minera para resarcir daños ambientales y sociales y donde se sabe, como en Coahuila, que los gobernadores se quedan con el dinero y no lo entregan a comunidades como como La Carbonífera (Sabinas, Múzquiz, Nueva Rosita), que agonizan”.

Otros ajustes al presupuesto preocupan y asustan a empresarios, políticos, facciones y hasta a los propios morenos (cuyas divisiones están a la vista).

“Haiga sido como haiga sido”. Ya hay Ley de Ingresos… Y hay presupuesto 2020.

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