La marcha por la familia levantó miles de conciencias y sacó a la calle a hombres, mujeres y niños de todas las edades.
Del mismo modo, despertó de su letargo a una sociedad pasiva, y sin duda, también incendió los ánimos de la escandalosa minoría formada por personas que disfrutan diferentes formas de “amor”, particularmente a los Homosexuales, que en este mundo de libertades y tolerancia hacia prácticas sexuales diversas parecen abundar, sin embargo, siguen siendo los menos, ellos en confianza se dicen Jotas, Machas y cualquier cantidad de nombres que por ningún motivo aceptarían si se originaran en una persona heterosexual, aduciendo que se trata de una fuerte y agresiva muestra de odio, mientras entre ell@s se gritan esas palabras sin ofender.
Sin lugar a dudas la política adopta modas que surgen de una tendencia mundial dirigida a extraños derechos humanos, donde se tergiversan tanto las cosas, que pronto encontraremos médicos que exijan a los hombres se practiquen el Papanicolaou o a las mujeres la vasectomía, y que se desarrolle una legislación extensiva que asegure las mejores prácticas si un hombre decide practicarse un aborto o una histerectomía ya que no es justo que esas prácticas sean exclusivas para las mujeres.
La falta de respeto a la realidad es cada día más evidente en los gobiernos, y las regulaciones empiezan a perder totalmente su objetivo cuando se olvida de plano la razón de ser de la ley. Ahora se pretende legislar cosas que no pasan, regulando prácticas que no se practican. ¿Qué le pasa a nuestra sociedad? ¿Para qué quieren los homosexuales adoptar a un bebé? ¿Verdaderamente piensan que los niños sin familia solo ocupan quien los cuide y tenga dinero para ello? ¿No existe en el mundo un equilibrio en el que sin intervención antropogénica la mitad de los humanos son mujeres y la otra somos hombres? ¿Para qué regular que los Gay puedan tener hijos, si por naturaleza no los pueden procrear?
No partiendo del sexo que les gusta practicar, así no se puede engendrar a una criatura. ¿Cual es la necesidad de establecer como familias a sociedades diversas que pueden y han existido siempre? ¿Para que regular las posibles consecuencias de algo que por naturaleza no las tiene? No conozco a muchas parejas de homosexuales, pero a las pocas que conozco las veo con agrado y no creo que merezcan un trato de asquito y mucho menos ser blanco de agresiones por parte de nadie, pero ¿Que cabrones quieren exigiendo al César lo que Natura les ha negado?
No deseo ni creo que su forma de disfrutar de su cuerpo sea motivo de que se les margine o se les tache de perversos, lacras, despojos o degenerados, ¡Pero por vida de Dios! Entiendan que ni el maltrato que se les dispensó, ni sus famosos derechos humanos son ni serán suficientes para procrear y criar un bebé naturalmente.
Tengo claro que las familias nacen de una pareja formada por un hombre y una mujer, que de ella se producen los hermanitos y luego los nietos y los bisnietos y así consecutivamente se hereda con la maravillosa sabiduría de la naturaleza la información genética que con esas mezclas seleccionadas por una química imposible de explicar, mejoran la raza, adaptan al ser humano y con el tiempo generan una cultura, tradiciones y ritos que también se heredan y hacen a esa cepa capaz de trascender el tiempo y el espacio, tendiendo a la perfección.
Hoy deja vivir a los que desean vivir de modo diferente, pero no permitas que en su delirio pretendan modificar tu visión del mundo, que te coloquen en el sillón de los acusados y que procuren hacer de la vida algo que no tiene que ver con lo que la vida es por naturaleza, los hijos provienen de la fecundidad de una pareja heterosexual y por lo tanto esa es la unión, la figura y el objeto que se debe regular para el bien de sus descendientes, y sin mencionar ninguna religión, entendiendo a la naturaleza, te aseguro que regular “otra forma de familia” es simplemente ridículo.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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