…Cuando se fue Humberto al PRI, el gordo fachas recibió completo el gobierno, ese en el que ya mandaba en parte (“de los pactos, de su gente en puestos clave, de los giros negros, de las suburban retacadas de maletas; esas que siguen llegando”).
El primer nombramiento que hizo Rubén, a sus anchas (en aquella madrugada del 3 de enero del 2011), fue el de Jorge Torres como gobernador interino. La disputa entre hermanos fue campal. Humberto quería dejar a Ismael Ramos, su contralor y trapeador ejemplar, su interino en el Ayuntamiento, pero fachas le dijo terminante: “tú ya estás fuera Beto, ya pediste licencia para ir al CEN del PRI, y de ahí, con mi ayuda, a la candidatura presidencial. Ahora yo decido que sea Jorge, éste goloso conviene más a mis intereses, su apellido es esencial para los efectos futuros (ahora sabemos bien cuales eran esos efectos futuros). Por lo tuyo no te apures, usaremos a los mismos para tapar todo. La amenaza al hermano menor, fue lapidaría.
En “el cuaderno Polito”, (su block de notas, muy a lo fachas), estaba escrito… “un López, del emblemático empresariado de Saltillo, hincado, me entregará el poder”. Y sí, Jorge Torres, sumiso y sonriente, le entregó la gubernatura a Rubén, el otro Moreira. Luego, Jorge fue perseguido, amenazado, le sucedieron cosas en su familia, le fue arrastrado el apellido y es prófugo de la justicia. Es jorge, culpado de mucho, de lo que vio, de lo que firmó, de lo que distrajo y de lo que no. La IP de su apellido y de otros, de la región y de las otras; ha bajado la cabeza y aceptado negocios. No toda claro está, ¡pero la calculada, sí!
Pero, entendamos el mando de Rubén y el control externo, que hoy se pierde ante tanta corrupción que aflora. Sus nombramientos y fichas de ajedrez, lo explican: Ismael Ramos Flores fue contralor con Humberto y con Jorge Torres, luego, al iniciar este sexenio del gordo, fue puesto a dirigir el amafiado SATEC (a limpiar la inmundicia de Villarreal), y luego a finanzas a relevar a su cuñado Jesús Ochoa Galindo, donde manda hasta este día (de donde salieron las facturas millonarias pagadas a las empresas fantasma, que hoy le ordenaron hacer aparecer como empresas reales, inventarles todo lo que no existe y reforzar la tapa de la cloaca que dirige en Castelar y General Cepeda, para que ya no rebose su contenido). De Ahí, del SATEC bajo el control de Ismael vía sus allegados y de finanzas, hay tanto que decir, y lo diremos. Tiempo hay. (Si imaginará el bailador en que se convertiría Chachín, al lado de fachas, jamás lo hubiera propuesto para el interinato; lo habría traicionado, ¿cómo Jorge?).
Chuy Ochoa fue puesto de tesorero con Jorge Torres, Siguió en el cargo al inicio de este sexenio de fachas (Rubén debía saberlo todo en cuanto al dinero). Luego, lo mandó el gordo a suceder a su jefe Chema Fraustro en la SEP. La millonaria carrera magisterial y otros fondos estratégicos, requerían de manejo especial; Chema “ya cubría esos fondos millonarios”, los estaba reportando a donde se debía (y no era el magisterio). Y para seguir el control del dinero (ese que les manejó Jorge Torres y Javier Villarreal en tiempos del profe, y que seguiría manejando Villarreal si no lo tuvieran que sacrificar para pagar culpas, como Jorge), mandó fachas al cuñado de Chuy en su lugar a finanzas, al ex contralor, Ismael Ramos. Se fijan, como los nombre se repiten y las consignas se maquiavelaban en la cabeza de Rubén. De Chuy y su paso por finanzas y por la SEP, donde manda hasta hoy, hay tanto de que hablar y hablaremos. Tiempo hay.
Los dos secretarios de gobierno con Humberto, Armando Luna Canales y Homero Ramos Gloria, puestos en aquel sexenio a controlar “cosas y quesos” para Rubén, fueron a áreas estratégicas en este sexenio de fachas: Homero Ramos a la procuraduría (recordemos que Jesús Torres Charles era el procurador y fiscal especial puesto por el gordo para controlar el negocio, los pactos y las entregas, luego repitió el cargo al inicio del sexenio de fachas, luego desaparecieron la fiscalía, “para matar la rabia”, y luego fue perseguido por la ley, Torres Charles, pagando tantas culpas propias y tantas del jefe).
Aquel “control férreo de Rubén sobre la seguridad y los carteles”, fue dividido entre la recuperada procuraduría, en manos de Homero Ramos, y la secretaría de gobierno, a la que regresaba Armando Luna Canales (quien de fondo sabía los trafiques y acuerdos, ahora transexenales). Solo faltaban Villarreal y Torres López (para entonces, reses en el rastro político y judicial), para cerrar la pinza del trasiego del dinero. Ismael en finanzas, David Aguillón en el control del gabinete y Pepe Vega en los medios, ya cubrían ese rol. (Conviene recordar que Aguillón Rosales controló los medios y los negocios afines, todo el sexenio del profe y que Vega Bautista cubrió el rastro de los miles de millones, pasados por tres organismos estratégicos que dirigió y luego liquidó: FIS, PIDECO, y servicios aeroportuarios; los tres en actuación transexenal). Hoy Aguillón ya ocupó la secretaría de gobierno, la jefatura del gabinete, el PRI estatal y la dirección de medios. José Vega es director de medios, hasta el día de hoy. Ahí hay tanto negocio, tanto que decir; de ambos personajes, y lo haremos. Tiempo hay.
Faltan más nombres y más cargos, dados cual escaramuza mañosa, para ir entendiendo los acomodos y el control pretendido. Ese, ese control que lo ha hecho millonarios.
Advertido queda que: las fugas, la corrupción que aflora y las deslealtades, ya descarrilan el tren de fachas. De eso. también iremos hablando.
Continuará…
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