Por más que Riquelme se haya esforzado en borrar la imagen de terror generada por sus patrones, Coahuila sigue siendo una gran sepultura.
Sin una estrategia y con múltiples ocurrencias, la administración de la seguridad y la persecución de los delitos ha quedado a los vaivenes acomodaticios y parece haber tomado copia de los “alegres” informes del peje presidente y su ex secretario de seguridad pública.
Según datos del Secretariado Nacional de Seguridad en Coahuila se han cometido en 2020 un total de 36,334 delitos del fuero común y en el mes de octubre 4,028, estas cifras son mayores a los cometidos en entidades federativas que fueron catalogadas de la alta peligrosidad como: Tamaulipas, Guerrero, Michoacán, Sonoro, Sinaloa y Durango.
Cabe mencionar que según estos datos se han cometido 450 delitos por servidores públicos en el estado en lo que va de este año, haya cosa.
Como se menciona, en Coahuila no hay una estrategia de seguridad y esto fue generado por las grillas de Chema Fraustro en contra del anterior Secretario de Seguridad Pública y hoy con una funcionaria a modo y sumisa, este nefasto funcionario puede hacer sus trapacerías a manga ancha y ordenar el espionaje político, el seguimiento a detractores y la eliminación de estorbos a diestra y siniestra como se hacía en tiempos de la dictadura grande y todo ello con múltiples ganancias para el máximo saqueador de la UA de C o escuela de cuadros del PRI.
Y dando seguimiento a esa conducta de negocios de este mini rey Midas, pero del desvío, entre 2019 y la fecha Chemita hace el negocio de su vida con las cámaras de vigilancia biométrica en las que se han invertido la friolera de 600 millones de pesos y sin mayores resultados que los del espionaje y la violación de los derechos humanos y de los datos personales.
Resulta que el Gobierno Estatal contrató a la empresa Dahua Technologies de China, para instalar 1300 cámaras especializadas en los confines del estado, como estrategia de seguridad.
Y bueno, no es un tema para discutir si tener una cámara de vigilancia ayuda en algo a la investigación o prevención de algún delito, sino la manera en que estas cámaras chinas y su sistema de software identifican a las personas, ya que estas son capaces de captar rostros inclusive cubiertos con tapabocas, turbantes o pasamontañas.
El sistema tiene varias trampas: la primera está en la base de datos que se usa y esta deviene de los datos y fotos que usted voluntariamente genera al estar inscrito en alguna Universidad Pública, Escuelas Públicas, cuando le toman foto para la licencia, para el pasaporte y ojo, también del padrón de electores de Gaby de Moreira, hecho que refiere una violación a las leyes de protección de datos personales y de delitos electorales.
La segunda trampa: Se dice que el sistema de videocámaras, del que solamente funciona al 40%, ha captado a la fecha 44.7 millones de fotografías que tiene el C4 en su poder, pero el problema es que el software es tan chafa que no tiene capacidad de memoria y además no es compatible con las plataformas federales.
Otro problema es que Estados Unidos, en Octubre de 2019, incluyó en una “lista negra” a 28 organismos y empresas chinas a las que se prohíbe hacer negocios con estadounidenses por su presunta implicación en “abusos” contra los uigures y otras minorías musulmanas en la provincia china de Xinjiang, entre ellas Dahua Technologies; la denuncia parte de varias ONG defensoras de los derechos humanos en el exilio que refieren la existencia de centros de internamiento en los que habría hasta dos millones de personas privadas de su libertad, forzadas a realizar cursos de cultura china e incluso a someterse a tratamientos de esterilización.
Se confirma que el sistema de videocámaras tiene filtraciones o puertas traseras que son presa de los hackers, que fácilmente podrían apoderarse de datos personales de miles de coahuilenses y pensando mal, puede ser usado para alterar otros sistemas de identificación como el de resultados el IEE en 2021.
La seguridad coahuilteca en manos siniestra , entre la falacia y la sinrazón.