Cambios de delegados.
En la víspera del 4to. Informe de Enrique Peña Nieto y en miras a la elección presidencial del 2018, el gobierno de la república retoma el tema del cambio de representantes, directores regionales y delgados en las entidades federativas.
Se quedaron un buen número de recomendados del sexenio pasado, vinculados al PAN. Otros vienen de compromisos de campaña, que ya cumplieron su competido. Y otros más, de recomendaciones de los gobernadores, algunos que ya no están en el poder y otros, que ya no garantizan la lealtad con el gobierno federal. Esta rafia comienza pronto. Sobrarán camisetas.
Con recursos públicos.
Gozando de su puesto y usando los recursos públicos, se empiezan a placear algunos diputados locales y federales, y todo para reelegirse o dar el salto de las federales a las locales, y ganar dos años de sueldo. Incluso para la alcaldía de un año.
Vean a Chema Fraustro, a Francisco Saracho, A Flor Rentería, a Armando Luna, Jericó Abramo, Lupita Oyervidez, solo algunos del PRI. En el PAN es el caso de César Flores, de Larisa Montiel, de Silvia Garza, Karla Osuna, y etc.
Desde las alcaldías también gastan en imagen para cambiarse al congreso: Fernando Purón, Gerardo García, Edna Dávalos, Lenin Pérez, solo por mencionar algunos.
No olvidemos a los que buscan la gubernatura, desde otro cargo administrativo o legislativo, también se mueven a gusto.
Menos dinero.
El tema del recién aprobado presupuesto para ejercer en 2017, ha sido tan manoseado por los legisladores de Coahuila, que ya deja un mal sabor de boca. Algunos legisladores se cuelgan tantas medallas que caminan encorvados.
Se anotan los triunfos presupuestales para sus regiones y distritos, sin decir que, en todos los casos y en todos los giros, el dinero es menos, que el presupuesto se recortó. Pero además, la información segmentada, es usada para golpear a los alcaldes de los paridos contrarios, acusándolos de no presentar proyectos ni cabildear los recursos. ¿Entonces para qué están los diputados, entonces solo trabajan para sus partidos y gobernadores (sus patrones)?
Presupuesto fantasma.
Aun con el recorte, Coahuila tendrá un techo presupuestal de 43 mil millones. Recordamos que la MegaDeuda del Moreirato (la heredada del sexenio pasado y la cumulada por éste), requieren de una parte importante del dinero anual para pagar intereses.
De manera que otra vez no habrá obra pública estatal, solo la que hace la federación en el estado, y la municipal. Tampoco se dedicará dinero a los programas sociales. Pero si tendrán millones para pagar prensa y e imagen, para la nómina del PRI y para más empresas fantasma. Está claro que en tanto no caiga el primero a la cárcel, el saqueo sigue.
Aguinaldos.
Muchos burócratas que andan de chapulines deben renunciar el 4 de enero. Por eso están inquietos por cobrar el ultimo aguinaldo. Y como el gobierno estatal y muchos municipales, andan cajeados, las promociones para pagos de impuestos, están al día.
Tenencias, placas, licencias, actas, prediales, en fin, la idea es que entre lana a las escuálidas tesorerías. Los pobres funcionarios estatales y municipales, también quieren su navidad. Los proveedores andan enojados porque no les pagan y los amenazan con dar vuelta al año y ya con campañas y jefes con licencia para contender por algo más, pues menos cobrarán.
Cambiar por los mismos.
“Quebrándose la cabeza” e ignorando los consejos, es nombrado Marco Antonio Dávila Montesinos como secretario de infraestructura en lugar de Marucha (“LadyCobijas”). ¿Quién duda ahora, que en este sexenio, la agenda son los negocios? El nuevo titular es abogado y todologo (pero no civil ni arquitecto), amigo de María Esther Monsiváis, con quien tanto tenía que ver en la liquidada PRODEMI, (y los millones que semanalmente se cobran por el “coyotaje legal” ante minoiristas y poceros, para venderles su carbón a la CFE). Dávila está ligado al exgoberandor Rogelio Montemayor Seguí.