Ejidatarios de La Pinalosa y San Rafael piden apoyo para que sus casas no sean sepultadas por lodo y piedras.
“Son montañas que se deslavan pero que por su altura caen sobre los techos y con la misma lluvia tememos se vengan abajo”, comentaron algunos ejidatarios, quienes echando mano de los propios troncos colocan muros que los protejan de la caída de piedras.
El próximo alcalde de Arteaga, Ramiro Durán, confirmó los deslaves que ya se registraron en la zona, quien señalo que en un recorrido en San Rafael los habitantes solicitaron además del apoyo que ya reciben, la instalación de “retenidas”.
“Es normal que se tengan deslaves porque es casi un proceso natural tras un incendio, por eso se platicaba de la posibilidad de instalar retenidas, ya que los pinos que detenían los deslave fueron carbonizados”, expresó.
Asimismo, señaló que hasta el momento no se han registrado daños hacia los habitantes o afectaciones graves, sin embargo, es importante atender el riesgo, pues aunque no hay pérdidas humanas sí se registraron bloqueos en los caminos.
“Hay una obstrucción en los accesos y eso sí nos perjudica, se bloqueó el paso de Los Lirios a San Rafael, donde colinda con Nuevo León, pues esto impide el paso de los ejidatarios a la cabecera municipal”, comentó.
Lo más peligroso, reiteró es que no se sabe cuándo puedan ocurrir los deslaves, por eso es necesario el presupuesto y recursos para las labores posteriores al incendio, insistió Durán.
El siniestro daño 3 mil 630 hectáreas de arbolado adulto de oyamel, pino-encino y matorral.
Vanguardia.