Las once de la mañana. Miguel Ángel Riquelme Solís rendía en Saltillo su segundo informe “de gobierno”.
Ya había sido advertido, una y otra vez, pero el gobierno niega que este Cartel actúa y amenaza la Región Norte y Carbonífera (inclusive parte de la Centro).
A la misma hora del informe, en varios puntos de Los Cinco Manantiales, explotaba la bomba (los bombazos). El epicentro del ataque: Villa Unión.
Enfrentamientos entre GATES y gatilleros (nadie supo diferenciar cuáles eran cuáles, a ambos bandos criminales se les teme). Muertos y heridos ensangrentaron las “tranquilas calles de Villa Unión”.
La Presidencia Municipal fue acribillada. Cientos de tiros de alto poder agujerearon paredes y fachada. Destruyeron patrullas y mataron uniformados y civiles. otros edificios y hasta la Iglesia, habrían sido tiroteados.
Quemaron todo lo que quisieron. Las granadas y bombas caceras hicieron el daño, cumplieron su cometido. La presencia de un grupo criminal que asola toda la región, es secreto a voces. Nadie
habla o muere……
La alcaldesa de Villa Unión, Narcedalia Padrón Arizpe (Coalición Coahuila al frente: PAN, UDC, Movimiento Ciudadano), afirmó a Vanguardia que “empezaron las ráfagas, las granadas”, y dijo que también “se registraron balaceras en otros municipios”.
En muchas camionetas grandes y llenas de gente armada, “se fueron hacia Allende, ya habían hecho su desmadre en Villa Unión y se fueron tan campantes”. Los enfrentamientos se reportan en otros municipios de Los Manantiales y de la Norte.
La reacción del gobierno fue tardía. Todos andaban en la fiesta ¿la guerra ha empezado?
Los del Cartel, se las habían jurado. “No permitirían que el gobierno y sus policías sirvieran de madrinas de otros grupos y carteles que están desde hace varios años en el estado y uno que se acumuló hace casi dos años.
Avisaron que el “CDN tiene tomada la plaza llamada Coahuila”.