La alianza de Peña Nieto con Trump es inocultable, el trato de terroristas que el gobierno federal ha pretendido aplicar o ha aplicado a la caravana de migrantes procedentes de Centroamérica es ofensivo, el uso de la fuerza ha sido condenado por sirios y troyanos, miles de migrantes cruzaron la frontera entre México y Guatemala y fueron recibidos por las fuerzas policíacas con gases lacrimógenos a pesar de que el gobierno tuvo tiempo para implementar medidas de recepción que asegurarán un ingreso de respeto a los derechos humanos de los centroamericanos, después fueron fumigados, como cualquier plaga nociva, medida que fue repudiada por la generalidad de la población mexicana.
La embestida de Trump es despiadada, asegura que continuará en Texas la construcción del muro, que enviará tropas para cerrar la frontera con México y ayer se anunció el Pentágono que trasladará 800 militares a fin de impedir la entrada de la caravana que huye del hambre y la violencia en sus países; el odio del presidente Trump hacia los latinos no tiene freno, los acusa de integrar en las filas de la caravana a elementos de la Mara Salvatrucha y gentes de Medio Oriente, aunque sí aparecieron migrantes africanos y haitianos aunque solo 23, pero las presiones al gobierno mexicano no cesan, hechos que la administración de Trump a reconocido abiertamente (24-10-2018) sosteniendo una política xenofóbica y racista por su rechazo a la caravana migrante.
En sus excesos, Trump ha señalado que es el partido Demócrata de su país y el gobierno de Venezuela quienes sostienen e impulsan a la caravana de centroamericanos, lo cual parece más que absurdo. Contra las posturas de los gobiernos está la de la población mexicana que se muestra comprensiva y solidaria, poetas, artistas y escritores han expuesto su apoyo a la caravana con reflexiones, poemas y acciones. La escritora Juana María Naranjo dedicó un poema a los hondureños, que en un fragmento, dice: “Llegan los migrantes/ y caminan / y caminan, sin detenerse / caminan sin tregua / hasta derribar la frontera / del miedo / la solidaridad tiene prisa…”.
Por su parte, el gobierno de la CDMX busca acondicionar espacios para ofrecer ayuda humanitaria dando prioridad a los grupos más vulnerables, enfermos, mujeres, adultos mayores y niños a fin de que pernocten y cuenten con los servicios indispensables, baños y regaderas, alimentos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos urgió la adopción de medidas que garanticen el respeto de los derechos de los migrantes, principalmente el derecho a solicitar y recibir asilo a las personas con necesidades de protección internacional y a fortalecer los mecanismos de responsabilidad compartida para atender la situación de gente que se ha visto forzada a migrar de sus países; por su parte, la CNDH vigila la marcha de la caravana y considera que el gobierno de Peña Nieto ha mostrado inmovilidad hacia los caravaneros, lo cual es reprobable porque indica desprotección de los derechos de esas personas, independientemente de su situación en el territorio nacional.
Hasta ayer, la caravana había recorrido casi 900 kms. desde su salida de Honduras y los caravaneros ya recienten en su salud los efectos del cansancio, mañana cumplirán 15 días en su trayecto con los pies ampollados, la piel quemada por el sol, deshidratación, dolor de cabeza, infecciones gastrointestinales y afectaciones respiratorias por los cambios de temperatura son los malestares más comunes de los caravaneros que son atendidos por la Cruz Roja y la Secretaría de Salud.
Por otra parte, también ingresaron al territorio mexicano las madres de los desaparecidos centroamericanos que año con año desde 2004 recorren este país en busca de sus hijos o familiares, ellas recorrerán 12 estados en su búsqueda y una agraciada mujer encontró a su hija después de 14 años de estar desaparecida. Estas son tragedias pero no faltan hechos venturosos, aunque sean escasos.