Otra vez pasándose de listos estos bandidos Moreira, fingen pelear. Humberto acusa y los otros reviran; son unos payasos de circo barato.
Un juego perverso, medios echando confeti a la fiesta y el pueblo atontado, observando el show y creyéndose la finta loca (de los locos Moreira… locos pero no tontos, muy vivos para el atraco y la mentira). Usan la boda exagerada e insultante del hijo de Carlos Ariel Moreira, en San Miguel de Allende (el otro ladrón), para distraer de la verdadera canallada que es “la reestructura de la MegaDeuda. Para robar más”.
Y miren como son de gañanes, usan la boda y las fotos, de la ostentación con dinero ajeno, porque saben que atraen el morbo, por cínicas e infames. Y es que así distrajo Enrique Peña Nieto, junto con AMLO, el préstamo internacional de hace 15 días, por 10,000 millones de dólares, (”para cerrar sexenio y robarse un tanto, para abrir el entrante sexenio, y robarse otro tanto”).
Usaron un ardid
Fingir que el INE cuestionaba al presidente electo (cuando están hincados a sus peje-pies), usando el tema del Fideicomiso de Damnificados, que supuestamente usaba MORENA (AMLO), para la campaña. Unos días de medios, notas magnificadas y luego, la “rectificación del INE, con un vergonzoso:
¡Perdón, patrón don AMLO, se nos hizo fácil! Y se acabó la historia mentirosa.
Era una finta, que sabían que calaría hondo y distraería al público del préstamo-robo, con cargo a la deuda externa (eterna). Mismo modus opernadi, en lo federal y en Coahuila. Mismos ladrones y mismas mentiras.
MegaDeuda y raterías Moreira
12 años y medio. Un largo lastre, llevado a cuestas, como mulas arrieras (eso somos los rebusnantes coahuilenses, ni más ni menos).
Un Moreirato, esos dos sexenios de la infamia (robos, mentiras, crimen auspiciado, sobornos, atraco al Magisterio, atraso social, creciente pobreza y radicalización de la pobreza extrema, espionaje, adjudicación de tierras, propiedades y subsuelo).
Y ahora, un medio año de desgobierno tapadera, de un mandatario espurio y sin carácter; y más de los mismo… de los mismos. Un Riquelme, tan ladrón y mentiroso, que prometió en campaña no pedir ni un centavo prestado en todo el sexenio. Pero, a los pocos días, pide casi mil millones, nunca supimos para qué (aguinaldos, robárselos, dárselos al patrón Moreira. En fin).
Una MegaDeuda de 40,000 millones, que Humberto inició con su raterías (millones a cuentas personales, a paraísos fiscales, a compra de sedes de museos, de flotillas de aviones, del gobierno y ajenos, de fincas, de ranchos, de…). Que luego Rubén, lejos de reducir la deuda la agrandó, pidiendo más, reestructurando para aloncharse y mandarla a más años. También con una suerte de robadero indiscriminado, de empresas fantasma, de sociedades criminales, y otras diversas raterías, que suman más de 100,000 millones.
Reestructuras millonarias
Sus asesores financieros, hampones de contaduría y finanzas, les recomiendan “reestructuras de deuda”. Fraudes disfrazados.
Reestructuras, mañas financieras que resultan en mas robo:
Los bancos les prestan a tasas altas
A muchos años de puros intereses
Nada se aporta al capital
Se aplican moratorios a tasas desproporcionadas
Les dan más dinero (mas millones) que nunca ingresan al paquete (se van a cuentas personales de los gandallas)Las supuestas reestructuras son un atraco mayor, en las narices de la gente.
Pero, acá en Coahuila nos encanta el show. Hay que seguir difundiendo que: Los Moreira son bien ladrones y que hicieron una bodota con dinero de los jodidos profesores, cuando estos se mueren sin pensión ni salud. En vez de ver que el atraco grande es la reestructura millonaria.
Y no es que la boda insultante no moleste, claro que sí, irrita y es un absoluto acto de cinismo, pero ojo, cínicos son y ladrones bastante, pero nos alejan del objetivo.
EL BOTÍN
El botín es endeudar más al estado, en complicidad con La Banca Privada, porque no hay dinero que robar del cajón de la tesorería, está quebrada (por ellos). LAS REESTRUCTURAS (Rubén hizo cuatro y Riquelme va por la primera), son la forma malvada de robar millones sin que nadie vea, sin sacarlos del cajón, sin empresas fantasma, sin registro bancario.
¿A quién engañan Los Moreira?, reza el título de este artículo, a manera de pregunta. La respuesta es simple y dolorosa… ¡A Coahuila, de nuevo!