Abbott y Mejía despiertan a Coahuila

Sí señores, el gobernador de Texas a un tiempo enmienda la plana al presidente de USA y al de México con el tema de la migración, de paso endereza a los gobernadores fronterizos de México, y a Coahuila, le activa a su inútil administrador estatal, gerente de un moreirato en el ocaso, por dañino y eternizado.

¡Gracias Gregory Wayne Abbott!, su contribución está resultando muy positiva.

Pueden acusar a Greg Abbott de intromisorio con México o de detener la carga en la frontera superponiendo facultades federales, pero al hacerlo, activó a gobernadores (enredados en crimen y negocios), y a remedos como Riquelme, que solo tapan la inmundicia de Los Moreira, roban a manos llenas y sortean el pago de una MegaDeuda exorbitante y creciente, pero eso sí, con un gasto en imagen (desproporcionado) y un gasto corriente elevadísimo, mayores que el gasto en obras (que no inversión). 

Abbott despertó a Coahuila

Desde el día reciente en que se vio Miguel Riquelme forzado a firmar un documento con compromisos ante el gobierno de Texas a cambio de liberar el transporte varado en revisiones exhaustivas en los puertos fronterizos, unos chispazos apenas de seguridad aparecen en el oscuro y criminalizado entorno de Coahuila, al norte.

El gobierno local coahuilense dobla las manos largas a sus corruptas policías (por un rato mediático) y dice detener, luego de más de 4 años, a varios polleros, pero a ningún capo. Esto, aun pobre, es un avance logrado por Abbott en territorio minado de Coahuila.

La vigilancia fronteriza por primera ocasión en el sexenio local, se dice atenta a frenar la migración pero sobre todo, el trasiego de personas y de drogas, eso afirman para que Texas escuche y convenga. Si algo hay, es logro texano. 

Aquí hay un tema insoslayable en el análisis: los antecedentes y las denuncias hablan de pactos oscuros de Rubén Moreira heredados a Riquelme que involucran sobornos de ciertos carteles para estos trasiegos consentidos desde el gobierno, de manera que, al detenerlos aun por episodios, alguna repercusión tendrán.

Mejía el fantasma

Ricardo Mejía Berdeja, apareciendo y despareciendo cual fantasma que asusta, (que asusta por ahora), aquel amigo de Miguel Riquelme de aquella época de porrismo y grilla lagunera, hoy flamante subsecretario de Seguridad federal, también con sus incursiones radiográficas en la geografía coahuilteca y en los medios, ha ayudado a despabilar al desgobierno de Coahuila.

Cierto que Miguel y Ricardo tienen un pasado afectivo en los enredos de La Burbuja, (grupo político lagunero, casi extinto e inoperante), pero… ¿tienen un futuro juntos, cuando menos de… si llegas no me toques?

Miguel ya es otro con compromisos delincuenciales, y Ricardo se dice del lado de la justicia y la seguridad, de manera que se entendería que sus caminos llegaron, ayer, a una bifurcación irreconciliable, a un empalme moral cual cuchilla filosa, en el que ambos caminan por el filo contrario de la navaja emocional.

Coahuila parece cambiar un poco desde el gobierno, por motivos forzados, electorales y fronterizos. Riquelme más que antes es un títere manejado ahora por hilos varios (ya no solo por un hilo gordo), y movido apenas por el miedo entendible, ¡ese miedo que entume cuando se acerca el final!

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