La seguridad sigue siendo el talón de Aquiles para el gobierno, con Felipe Calderón empezó con la técnica de la guerra contra el narco, así que si algo sobraron fueron balazos, donde a fuego cruzado perdieron la vida miles de inocentes, vivió el país un auto toque de queda porque no se sabía por dónde y a qué horas salían las balas de grueso calibre, ardió en llamas casi todo el país y lo único que pasó con esta guerra fue la división de carteles dice la célebre frase de Napoleón que para ganar la guerra “divide y vencerás”, aplicado también a los partidos políticos. Y por eso optó el crímen organizado. se dividió en muchas células. Le dio de palazos al avispero, Calderón, con eso tuvo que cargar el gobierno de Enrique Peña Nieto, en el primer año pareció que se habían puesto de acuerdo los carteles, pero resultaron otros más, así que siguieron las muertes, por el control de las plazas.
Si bien se reportaron muchas bajas no hubo tantos civiles muertos llamados por Calderón “daños colaterales”, sí hubo enfrentamientos entre grupos criminales con la fuerza pública y militares, habiendo muchas bajas de ambos, pero no hubo tanto civil muerto por enfrentamientos de fuego cruzado.
LOS ABRAZOS NO BALAZOS
En este gobierno los abrazos no balazos y los fuchis guácalas tampoco están funcionando, aunque está más complicada la seguridad porque México ya se volvió un país consumidor de drogas, están atareados tratando de agarrar trofeos políticos cómo los grandes capos, pero están dejando de al narcomenudista, que son los grandes tentáculos de la cabeza de arriba. Está más complicado este sexenio porque en el pasado los miles de consumidores eran niños, hoy son jóvenes, estos narcomenudistas tienen atestadas las preparatorias, universidades y hasta secundarias, ahí han dado paso por intereses de muchos que la droga llegué a través de sus tentáculos que cada vez son más, al parecer nadie a atacado esas organizaciones por eso el consumo y la facilidad de llegar a las drogas sigue siendo más fácil, ahí es donde parece nadie está interesado en atacar.
Al parecer ninguna estrategia ha funcionado y menos la de abrazos no balazos del presidente Lic Andrés Manuel López Obrador, que con eso quiere sobajar a la milicia y la seguridad pública entonces si sin respeto a esas autoridades sería un caos el soldado y el marino está entrenado para defender e imponer autoridad no está para repartir rosas blancas a los delincuentes.
Esa técnica quizá hubiera funcionado hace 40 años atrás antes de que se perdieran tantos valores en las familias y en la sociedad, culpa de ello, el consumismo que además las televisoras lo promueven y es lo que se capta en casa desde niños.
LO COMPLICADO DE LA SEGURIDAD
Con tantos carteles que se multiplicaron con el ex presidente Felipe de Jesús Calderón, quedaron además dentro de muchos gobiernos estatales y municipales y sin duda en el federal los narco políticos, así que seguirá el tráfico de estupefacientes, han aumentado los consumidores la droga se ha abaratado sobre todo la sintética.
Las diferentes policías y los de la milicia siguen en las nóminas del crimen organizado, lo vimos recién en los hechos de Culiacán, que los soplones y halcones los tienen controlados, porque se movieron de una forma increíble con armamento de uso exclusivo del ejército, con metralletas Browning MZ calibre 50 y armas de alto calibre como las llamadas cuernos de chivo, listas para disparar a quien se atrevesara. Alguien filtro información, alguien de los de las nóminas.
De nuevo la seguridad nacional volverá hacer el talón de Aquiles.
Lo que si se necesita es tener otras estrategias como en otros países seguirles las rutas del dinero, controlar las fronteras con el tráfico de armas, dar con la red de los narcomenudistas.
Pero de que se necesitan balazos entre los grupos criminales pero sin exponer a la sociedad civil se necesitan.
Porque los abrazos solo funcionarían entre los mismos grupos criminales de delimitar territorios, si logran los abrazos como en décadas anteriores se lograría cierta paz entre los civiles.
Pero los balazos se deben aplicar cuando se necesiten y el abrazo a quien se lo merezca; porque no se está compitiendo para el premio Nobel de la Paz, cuando dejaron el país en guerra.
Y termino diciendo: Ya chole con lo mismo de los mismos.
Rosa Ofelia Garza de la Peña
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