Flash, la popular aplicación informática de Adobe para reproducir gran parte del contenido multimedia de Internet, tiene los días contados. El martes pasado, la empresa de software Adobe, la actualmente distribuidora de Flash, anunció que finalmente dejará de desarrollar actualizaciones de forma progresiva para la aplicación web y finalmente la retirará del mercado en el año 2020.
Flash ya acumulaba años de decaída de su popularidad y destierros en el ámbito web de grandes fabricantes, entre ellos Google. Así pues, el rechazo de Adobe significa su definitiva extinción, pero también el fin de una época en la se consolidó como la aplicación más popular para las plataformas web y el software preferido por los desarrolladores de videojuegos en linea y reproductores de videos.
La tecnología Flash fue clave para todo tipo de servicios basados en tecnologías web. Por su condición y fácil uso, ha estado íntimamente ligada a la industria de juegos de navegador, conquistando millones de gamers con plataformas como Minijuegos.com, MiniClip.com o Juegos.com. También perpetuó un antes y un después en el desarrollo de los vídeos en streaming, ayudando al nacimiento y auge de Youtube.
El territorio web fue evolucionando y surgieron alternativas muy competitivas como HTML5. Cada vez era menos necesario poseer Adobe Flash, ya que nuevos estándares proporcionaban muchas de sus capacidades y funcionalidades. “Esta tendencia revela que los sitios están migrando hacia tecnologías de web abierta, que son más veloces y eficientes que Flash desde el punto de vista energético”, sostuvo Google. Precisamente, Adobe anunció que dejaría de utilizar los servicios de Flash para dar el salto a HTML5.
En el comunicado oficial, Adobe anima a los desarrolladores web a que migren del contenido Flash a otros estándares abiertos, como ya hizo Apple en su día. Sin embargo, Flash sigue en uso entre algunos videojuegos en línea, sobretodo en Facebook. Por este motivo, Adobe trabajara conjuntamente con las plataformas que aún albergan este tipo de contenidos para que se vayan desenlazando y, finalmente, convertir Flash en una aplicación obsoleta.