Sin “agua va”, con cortes recurrentes en el suministro de agua y derrames por toda la ciudad, con un drenaje maloliente y tapado, pero caro, la española Aguas de Saltillo subsidiaria de Aguas de Barcelona (ahora con capital mayoritario francés), en el mes de marzo elevó sustancialmente las tarifas de agua y drenaje.
¿Cuál es la ventaja de que la Presidencia Municipal de Saltillo sea socio importante de Agsal, “mayoritario”?, si esta ventajosa empresa eleva las tarifas desproporcionadamente y sin consultar a la ciudadanía usuaria, pero eso sí, justificándose en que el Ayuntamiento autorizó ese incremento de más del 50%.
Ya son muchas las quejas contra la baturra gandalla del agua, y la cerrazón del fiestero de “los intercambios”, Jordi Bosch Bragado es tal que las asociaciones del Agua son bateadas cuando lo buscan y son enviadas a la antesala del alcalde José María Fraustro Siller, quien, de acuerdo con Jordi, tampoco los recibe.
El negocio de traerlos
Protegidos se sienten en Aguas de Saltillo porque el exalcalde Oscar Pimentel González se prestó al negocio de traerlos desde España (¿y a cambio de qué?) y monopolizar el agua de los saltillenses. Pimentel sigue en las administraciones municipales y desde sus cargos “cuida el negocio”. Con Manolo Jiménez como alcalde, Pimentel González fue director del Instituto de Planeación y encargado del tema del agua de los arroyos tapados y que inundan, miren que conflicto de intereses.
Con esta administración de Chema Fraustro, fue ratificado en el cargo (IMPLAN) y ahora con más atribuciones. Único enlace ente Agsal.
Vale recordar que el secretario del Ayuntamiento cuando Oscar Pimentel fue alcalde, fue nada menos que Rubén Moreira Valdez…
Secar Zapalinamé
Una catástrofe está en ciernes… usando viejos permisos de explotación de pozos en la falda de la sierra Zapalinamé, Aguas de Saltillo dará la vuela a la veda en el acuífero suroriente de la capital de Coahuila, y todo en la narices de la CONAGUA (única entidad con autoridad para autorizar perforaciones).
La sierra Zapalinamé es patrimonio y belleza natural, el amenazar con secarla al perforar 20 nuevos pozos, significa un crimen. Un ecocidio “con permiso”.