El trabajo escasea durante la contingencia por COVID-19.
Ante la contingencia Sanitaria por el coronavirus, la Plaza de Madre, ubicada en el Centro de Saltillo se ha convertido en un centro de empleo para hombres de la tercera edad que pasan las mañanas en este espacio público ofreciendo sus servicios de albañilería, carpintería, plomería, jardineros y demás.
Don Zael Peña, “El Pollero”, es un hombre quincuagenario que lleva más de una década recurriendo a este punto de la ciudad para obtener contratos de obra y construcción de casas, sin embargo, señala que a raíz de la pandemia, él y su cuadrilla de chalanes llevan más de un mes sin encontrar alguna “chamba”.
Comenta que el trabajo escasea, pero el número de desempleados aumenta, pues en los últimos días suman más 40 personas que llegan a la plaza para ofrecer su servicios en distintos oficios, aunque pocos son los que consiguen “una chamba ya”, para poder salir al paso de la falta de dinero y trabajo.
“Aquí hay gente que le sabe a la obra, yo soy maistro, pero aquí llega gente que hace toda clase de trabajo. Nosotros vivimos al día, una cosa es el Covid y otra cosa es que no comamos, de por sí que no hay nada. No hay trabajo ni nadie nos da ningún apoyo”, dice.
Señala que con el paso de los días su permanencia en la Plaza para buscar trabajo se vuelve complicada, pues constantemente los policías llegan a retirarlos del lugar, pues deben estar en sus hogares por pertenecer a uno de los sectores más vulnerables al Covid-19, pero apenas pueden regresan de nueva cuenta pues deben llevar el sustento a sus hogares.
“Aquí estamos desde las nueve de la mañana hasta como a las dos de la tarde, sabemos trabajar de todo y cobramos conforme al trabajo y el número de chalanes que se ocupen, pero hoy por ejemplo que no ha caído nada pues no nos podemos ir con las manos vacías”, cuenta.
Al igual que “El Pollero”, otros diez sexagenarios permanecen en la plaza a la espera de que alguna persona llegue en busca de que alguien pode su jardín o realice la compostura de alguna tubería.
Todos concuerdan que en tanto no tengan un trabajo formal que les permita quedarse en casa, o sean adheridos a algún programa social que garantice su bienestar y el de su familia, deberán salir a buscar el sustento.
Vanguardia.