El reconocido ciclista e ícono del deporte regional Miguel Jiménez Cruz, de 71 años de edad, se vio envuelto en una situación alarmante mientras se ejercitaba en la ciclovía de Frontera. La mañana de ayer, Jiménez Cruz se encontró con un grupo de ciclistas encabezados por el alcalde de Frontera, Roberto Clemente Piña Amaya, quien también se desempeña como candidato a la presidencia municipal.
El veterano ciclista, conocido por su activismo en pro de la seguridad vial, aprovechó la ocasión para reiterar su solicitud de mejorar las condiciones de la ciclovía, que considera peligrosa para los usuarios. Sin embargo, en lugar de recibir una respuesta constructiva, Piña Amaya estalló en furia contra Jiménez Cruz, tratándolo con insultos y ordenando su detención.
Los oficiales presentes cumplieron la orden del alcalde, llevándose a Jiménez Cruz, junto con su bicicleta, una valiosa “Búfalo 1960” que posee un alto valor sentimental y económico en el mercado. Después de pasar media hora en custodia, Jiménez Cruz fue liberado tras pagar una multa de 500 pesos bajo el cargo de “mal orden”, a pesar de no haber cometido ninguna infracción.
“Aproveché la ocasión para informarle que estaba en deuda con ciclistas de hueso colorado trabajadores qué a diario hacemos uso de esa vía en virtud de que no atendió positivamente un oficio que se le entregó para solicitarle mantenimiento a la vía y controlará la anarquía vial que existe en gasolineras y en la propia vía.
Tan pronto como se le empezó a darle el recordatorio ordenó a los policías que me encarcelara por tres días, cosa rara puesto que cuando hay atropellamientos de ciclistas no hay policías disponibles” dijo el deportista.
El ciclista relató que esta no es la primera vez que él y otros usuarios han solicitado mejoras en la ciclovía, enfrentando incluso maltratos por parte del alcalde, quien ha expresado su desdén hacia las preocupaciones de la comunidad ciclista, afirmando que su único interés deportivo es el béisbol.
Además, Jiménez Cruz denunció que no le fue devuelta su bicicleta, la cual tiene un valor sentimental especial, ya que fue un regalo de su padre comprada en Torreón. Esta pérdida agrava aún más la injusta situación que enfrentó el ciclista.
La comunidad ciclista y los defensores de los derechos civiles han condenado enérgicamente la conducta del alcalde y exigió una investigación exhaustiva sobre el incidente, así como la implementación de medidas para garantizar la seguridad y el respeto de los derechos de los usuarios de la ciclovía.