De cara a las elecciones de junio próximo para renovar la gubernatura en el Estado de México, Alejandra del Moral, candidata del PRI, PAN y PRD, así como Delfina Gómez, abanderada de Morena, PT y PVEM, serán las únicas aspirantes que peleen por el Ejecutivo estatal, pues Juan Zepeda, quien se perfilaba para participar por parte de Movimiento Ciudadano, se bajó de la contienda.
La entidad mexiquense representa un bastión de suma importancia, ya que dará una gran ventaja en las urnas en 2024 a la coalición que lo gané.
Pero más allá del resultado, lo que es una realidad, es que por primera vez en su historia, el Estado de México sería gobernado por una mujer, quien deberá enfrentar retos mayúsculos, entre ellos, los feminicidios y las violencias contra las mujeres.
Las precandidatas
La coalición Va por México (PRI, PAN y PRD) busca la continuidad en el Gobierno mexiquense de la mano de Alejandra del Moral Vela, priista de 38 años de edad y licenciada en derecho por la Universidad Iberoamericana.
Del Moral se ha desempeñado como secretaria de Trabajo, de Desarrollo Social y de Desarrollo Económico en el Estado de México, como diputada local y federal por el PRI y como directora general de Bansefi (ahora Banco del Bienestar), nombrada por el expresidente Enrique Peña Nieto.
Por su parte, Delfina Gómez Álvarez, abanderada de Juntos Hacemos Historia, tiene 60 años y fue presidenta municipal de Texcoco, diputada federal y delegada de Programas para el Desarrollo en el Estado de México.
En el sexenio actual, la licenciada en pedagogía, ocupó la titularidad de la Secretaría de Educación Pública de 2021 a 2022, y es senadora con licencia por el partido guinda.
Por ahora, ninguna de las dos contendientes ha presentado públicamente su proyecto político relativo a la lucha por la defensa de una vida libre de violencia para las mujeres, aunque se espera que en campaña se convierta en un tema central.
Paso importante y paradójico
Bernardo Barranco, maestro en sociología y comunicador, afirma que la cultura general y prevaleciente, así como la política en el Estado de México, es muy patriarcal y machista, por lo que el hecho de que la próxima mandataria de la entidad sea mujer, va a ser un paso muy importante.
“Sea priista o sea morenista, va a significar un cambio de paradigma. Será una mujer con su acento propio quien gobierne a un reinado de varones y una de las entidades con mayor número de feminicidios y violencia hacia las mujeres”, explica en entrevista.
Por su parte, la analista de política pública, Viridiana Ríos, advierte que la elección del 4 de junio representa una de las jornadas más importantes de las últimas décadas no solo porque se podría dar la alternancia política, sino de género.
“Hay que ponerle la vara más alta a las mujeres, porque nosotras tenemos muchas mujeres en el poder, somos uno de los países con más mujeres congresistas, por ejemplo, y aún así observamos que los feminicidios van en aumento, que la violencia de género no está contenida.
“Que no existe un sistema de cuidados para proveer de guarderías a las mujeres que son madres. Entonces hay que dar el siguiente paso y decir que no solamente queremos mujeres en el poder, sino liderazgos femeninos que verdaderamente velen por nuestros intereses”, dice a Reporte Índigo.
Los datos
De acuerdo con el “Atlas de Seguridad del Estado de México 2022”, la entidad se colocó como el cuarto estado con más prevalencia de violencia contra las mujeres de quince años o más, con un 47.6 por ciento.
El tipo de violencia que afectó en mayor medida a este grupo de mujeres fue la psicológica con el 31.5 por ciento; seguida de la sexual con el 27.0 por ciento; la económica o patrimonial con el 16.6 por ciento y la violencia física con el 11.3 por ciento.
“Las cifras de la violencia feminicida publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) para la entidad muestran que en el periodo analizado (2015 a 2021) se contabilizaron 735 asesinatos que significaron durante ese lapso un incremento del 145 por ciento al pasar los homicidios por razones de género (feminicidios) de 60 a 147 entre 2015 y 2021”, señala el documento.
Destaca el hecho de que en los años 2020 y 2021 la violencia feminicida tuvo su momento más álgido con las muertes de 152 y 157 mujeres y niñas en un contexto de crisis por la pandemia de COVID-19.
Sin intenciones claras
Que el Gobierno del Estado de México vaya a ser encabezado por una mujer es un aliciente para la participación política de este sector y para la atención prioritaria de los problemas que lo impactan directamente.
Para la priista Alejandra del Moral, el reto será proponer una agenda que trascienda las viejas prácticas de su partido, mientras que para Delfina Gómez, de Morena, será ofrecer una propuesta independiente al obradorismo y demostrar su postura de izquierda.
La periodista mexiquense dice que si bien Alejandra del Moral tiene a su favor ser mujer y uno de los cuadros jóvenes del PRI, debe demostrar que tiene un proyecto más allá de las políticas que han imperado en la entidad y avanzar en propuestas para erradicar problemas como la pobreza, violencia y marginación
En el caso de Delfina Gómez, considera que tiene una doble responsabilidad no solo por ser mujer y parte del movimiento opositor, sino por ser de izquierda.
“Si es una mujer que se dice de izquierda, de la lucha social, sí se le pueden exigir ciertos mínimos. Me sorprendió que en sus eventos de precampaña, en Toluca y Nezahualcóyotl, en ningún momento mencionó la palabra feminicidios y eso, en una campaña de una mujer en el Estado de México, creo que no es un descuido, si no un error bastante claro”, manifiesta.
Explica que la entidad tiene características particulares por tener diversas “zonas dormitorio”, en donde la gente llega únicamente a dormir, pues trabaja en la Ciudad de México y sus traslados son de mínimo dos horas, lo que les orilla a utilizar transporte precario y costoso y salir o regresar a sus casas cuando no hay luz de día.
“Esto provoca para las mujeres una exposición muy seria a actos de violencia porque tenemos calles sin iluminación, calles vacías, el hecho de ver una patrulla en el Estado de México no te garantiza seguridad porque la policía mexiquense es de las más corruptas del país y son cuestiones que no se han atendido”, precisa.
Al señalar que Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Ecatepec y Chalco son cuatro de los municipios que desde hace años aparecen en la lista de los 100 municipios más peligrosos para ser mujer en México, Daniela Barragán afirma que es por eso y por la indignación en el aumento del número de feminicidios, que el activismo en la entidad ha crecido.
“Es una molestia muy clara de todas las mujeres mexiquenses cómo a cada rato aparecen cuerpos o fosas clandestinas, no estamos hablando de Michoacán o Zacatecas, sino de algo que ocurre a 40 minutos de la capital del país o a 40 minutos del nuevo aeropuerto”, acusa.
Celebran paridad y reconocen pendientes
En la víspera del Día Internacional de la Mujer, senadoras comentan a Reporte Índigo que, aunque aún falta mucho por hacer, las mujeres son y serán siempre parte importante en la toma de decisiones del país y, en el Senado de la República no será la excepción, ya que actualmente, la mitad de los escaños los ocupan las mujeres.
La priista Claudia Anaya y la panista Kenia López Rabadán, celebran que, por primera ocasión en el Estado de México, todo apunta a que será una mujer la primera gobernadora.
Claudia Anaya señala que “es una buena noticia que vaya a gobernar una mujer el Estado de México, aunque tarde, pero por fin se romperá la idea de que solo los hombres pueden ser candidatos ganadores y gobernadores.
Agrega que, aunque en los últimos años han sido muchas más en diferentes entidades las mujeres gobernadoras, todavía para algunas personas resulta polémico hablar de la posibilidad de que una mujer esté al frente de un Estado o del País. No obstante, “debemos normalizar la capacidad de las mujeres en la gobernanza, pues polemizar con el tema solo les hace más complicado el camino”.