Alejandro Moreno y Rubén Moreira pasarán al basurero de la historia: traicionaron al PAN, al PRD y a la sociedad civil que se opone a seguir militarizando al país, solo por salvar el pellejo.
Los dos, “Alito” y Moreira, nadaron sincronizadamente desde marzo de este año con fintas y guiños al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Morena porque temían quedar atrapados sin salida.
Si bien la carga del fracaso de la alianza Va por México recae hoy en Alejandro Moreno, el origen subyace en Moreira, quien al igual que éste, la 4T le colocó la espada de Damocles y soltó las amarras para blindarse.
Hace apenas dos meses atrás al coahuilense le anticiparon lo que le venía: vincularon a proceso por peculado y uso ilícito de atribuciones a quien fuera su secretario de Finanzas, Ismael Ramos.
Se descubrió que hizo millonarios desvíos de recursos públicos federales que necesariamente tenía que conocer su jefe, el entonces gobernador Moreira, hoy coordinador de los diputados del PRI.
Operó bien el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, que si bien no solicitó la prisión preventiva oficiosa, sí logró que un juez federal le decomisara el pasaporte y le prohibiera salir del país.
Sobre todo se le vinculó a proceso penal y con eso tuvo Moreira, quien meses atrás, como ahora “Alito” con la diputada Yolanda de la Torre en el tema de la militarización, pidió a su excolaborador, el diputado Marco Antonio Mendoza, presentar una iniciativa afín a la reforma eléctrica de AMLO.
Es decir, Moreno y Moreira, que tienen a cuesta pecados inconfesables a su paso como gobernadores de Campeche y Coahuila, navegaron de ‘a muertito’ todo este 2022 con el sello de dizque opositores y cuando vieron que se les acercaba el fuego traicionaron todo para salvarse.
De hecho ha trascendido que quien negoció los detalles del pacto para anular los temas penales de ambos fue Moreira con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, lo que deja ahora a Gertz en una bronca.
Y es que todas las carpetas de investigación, incluso con información internacional, están listas, y echar para atrás esas pesquisas deja en riesgo a varios fiscales federales al esconder ahora lo que ya habían encontrado.
Finalmente, este par le vio la cara a los presidentes del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano, y a los promotores de Va por México, Claudio X González y Gustavo de Hoyos.
Pero sobre todo a los propios priistas a quienes metieron en el escándalo mediático-político más grande en que haya estado el partido que fundó Plutarco Elías Calles desde el Pemexgate.