Para quienes nos oponemos al proyecto de AMLO ya hay múltiples evidencias que nos están otorgando la razón, pese a que aún no le han colocado la banda presidencial.
En primer lugar, están aquellas promesas de campaña que no va a cumplir, como el retorno del Ejército a los cuarteles o el congelamiento de los precios de los combustibles, que lo exhiben como el mentiroso que siempre ha sido.
Por otra parte, el llamado a consulta sólo para el aeropuerto de la Ciudad de México, pero no para el tren maya y la compra de diputados para lograr una mayoría que la ciudadanía no le otorgó, son claras muestras de su autoritarismo y soberbia, otro defecto que advertimos tenía el falso profeta.
Pero, sin duda, lo peor es la confirmación de la existencia del pacto de impunidad, no sólo con el gobierno saliente que, cuando mucho, usará de chivo expiatorio a Rosario Robles a quien AMLO considera una traidora, sino, peor todavía, con los poderes fácticos.
La semana que concluye, no sólo se mayoriteo en la Cámara de Diputados la decisión de suspender la evaluación a los docentes como pago a los favores recibidos en campaña por las cúpulas magisteriales, también se aseguró un “borrón y cuenta nueva” para los deudores de energía eléctrica en Tabasco, que se habían puesto en huelga de pagos a la CFE. Ambas acciones fortalecen a los poderes fácticos, en vez de combatirlos.
Una consecuencia lógica de la prevalencia de la impunidad en México es que la corrupción y la criminalidad van a seguir desbordadas, en vez de acabarse con el sólo ejemplo de AMLO -pensando muy ingenuamente que el Peje nada tiene que esconder-.
Porque la ausencia de castigos ejemplares es una de las causas que favorecen las prácticas delictivas de los gobiernos y de los grupos fácticos de poder.
En teoría, la alternancia debería tener la ventaja de incrementar la posibilidad de que se castigue a los corruptos y a los criminales, pero los perdones anunciados sólo alimentarán las sospechas de que la alternancia que vive el país es una gran mentira, y que permanecen los mismos de siempre en el poder, aunque ahora, bajo las siglas del PRIMOR.
Face: marcelotorresc / Tuitter: @marcelotorresc