Alumnas de la UNAM crean plástico biodegradable con residuos de mango

Como una alternativa sustentable al plástico, dos alumnas de sexto semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrollaron un bioplástico hecho con cáscara de mango con el que crearon popotes que se degradan de cuatro a seis meses y con un costo más económico que los comerciales.

Alondra López López e Itzel Paniagua Castro necesitaban un producto que cumpliera con ciertas características: dureza, buen aspecto, elasticidad, fuerza, vida útil y degradación; por lo que las cáscaras de mago frescas cumplieron con este objetivo.

“Analizamos y encontramos que la cáscara de mango tiene gran cantidad de celulosa y polifenoles, gracias a esta última sustancia no se observó crecimiento de hongos en nuestra propuesta de bioplástico”, detalló la estudiante Alondra López.

Para obtener este bioplástico, las jóvenes rescataron los residuos de la cáscara de mango de cualquier tipo: manila, petacón o criollo, la mezclaron con agua y almidón para obtener una masa que se pudiera moldear.

Tras estudiar la acidez del material, descubrieron que el jugo de limón era fundamental para evitar la oxidación y mantener el color amarillo del mango.

“Con el jugo de limón también lograron un bioplástico firme y flexible”, mencionó la asesora de este proyecto escolar, la profesora Cecilia Espinoza Muñoz.

Una vez obtenida la masa moldeable, la colocaron para su secado en una plancha y, una vez obtenida la placa de bioplástico moldearon su prototipo: popotes. La investigación continuó hasta que descubrieron que si se recubren con baba de nopal son capaces de aguantar diferentes temperaturas de líquidos, los resultados puma son: 30 minutos en agua y 25 en refresco.

Este proyecto obtuvo el primer lugar del XXVII Concurso Universitario “Feria de las Ciencias, la Tecnología y la Innovación” en la categoría Diseño Innovador. Por lo que ahora, busca profundizar la investigación con el apoyo de los alumnos para perfeccionarla. “

El apoyo de la UNAM es fundamental para dar a conocer las inquietudes y el talento de nuestros alumnos”, dijo Espinoza Muñoz.

La Jornada.

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