¿A qué viene el presidente hoy a Coahuila?, ¿sabe usted?
López Obrador llega a la Región Carbonífera al filo del mediodía, viaja en un jet de La Marina y aterriza a las 12:30 en el aeropuerto de Frontera, donde sube a un helicóptero militar y se traslada a Nueva Rosita.
La Gira de López es minera y luctuosa, dos eventos públicos se sabe tendrá y ambos en minas colapsadas: Primero en la vera de la mina Pasta de Conchos, en el municipio de Nueva Rosita y posteriormente en las inmediaciones de la mina el Pinabete, en Agujita, municipio de Sabinas.
Pasta de Conchos
Inaugurará AMLO un Memorial a los mineros sepultados en la mina Pasta de Conchos, el 19 de febrero del 2006 en que colapsó (18 años después, por cumplirse).
65 mineros fueron declarados muertos luego de explosiones por “acumulación de gas grisú” y de inundaciones provocadas para “evitar mayor colapso y costos”, según las terribles versiones de la época.
Los años transcurren y las ocurrencias políticas se riñen contra la técnica, dicen rescatarán a los mineros cuando: han pasado 18 años sepultados bajo toneladas de piedra, tierra y escombros; cuando se inundó la mina en varias ocasiones.
No encontrarán nada que rescatar, dicen expertos (ni huesos, quizás), a más del rescate del negoció del carbón frenado por el siniestro.
La concesión minera en Pasta de Conchos fue cancelada al Grupo México propiedad del magnate Germán Larrea Mota Velasco, entonces, hay interés de despejar el enorme “caído” de la mina para seguir la extracción en bancos de carbón de buena calidad, y como hay que justificar el gasto millonario, mismo que se negó a pagar Larrea, entonces se dice que… trabajan en rescatar a los mineros para que la mina no sea su tumba.
“El gobierno ha indemnizado a las familias”, dicen los comunicados oficiales de meses anteriores.
El Pinabete
Una mina ramplona, de las llamadas Pocitos de Carbón, es El Pinabete. Ahí, el 3 de agosto del 2022 se derrumbó y 10 mineros quedaron atrapados, vivos, se supone; pero no fueron rescatados; la mina, luego, se inundó varias veces seguramente “ahogando a los sobrevivientes”.
Largos meses después, avisan que localizan a 4 de los 10, acto seguido (en año electoral), el presidente dice que viene a “supervisar el rescate”.
Una mina insegura, no supervisada, de condiciones infrahumanas para el minero que ante la miseria y la ausencia de empleos dignos en esa región olvidada, ¡acude día a día, puntual y resignado a una muerte segura!
Estos negocios mineros fabrican al mismo tiempo: a millonarios empresarios cubiertos por prestanombres también ricos, a políticos sobornados y hasta socios de minas; y del lado injusto de la vida, a familias de pobres mineros que mueren en el anonimato y por la corrupción de vivales y oportunistas.
Así El Pinabete, sus dueños impunes, en mansiones con vida de magnates, con prestanombres de otros prestanombres también sin pagar su culpa mortal.
Los dueños reales, protegidos desde la Federación y el Estado, han sido relacionados como proveedores de software de Claudia Sheinbaum y con ligas corruptas con el Gordo Moreira, igual con Miguel Riquelme y su socio Jorge Luis Morán.
La tragedia
Morir en las minas a corta edad…. es lo único seguro; por respirar gases y polvos asesinos, y por la inseguridad de los recintos (en El Pinabete bajan los pobres mineros por túneles angostos, en tambos de lámina asidos por viejos cables o mecates improvisados, directo a los bancos de carbón, sin cámaras internas de respiro seguro).
La tragedia del minero es ser miserable, es no tener empleos dignos, es que las autoridades se confundan con los dueños de las minas, para el negocio y los moches; y que la CFE les asigne contratos millonarios a cambio de carbón de mala calidad, pero con ganancias compartidas.
En Coahuila la PRODEMI fue negocio redondo en el Moreirato, cual coyotes cobran comisiones a carboneros y regentean a poceros, hoy, son dueños silenciosos de minas enteras… ¿Algo ha cambiado?