En el municipio de San Juan de Sabinas, Coahuila, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sostuvo una gira privada de trabajo para revisar los avances en el rescate de los 63 cuerpos de mineros atrapados en ‘Pasta de Conchos’, además de asuntos de la mina ‘El Pinabete’.
Desde temprana hora, simpatizantes del presidente, así como las viudas de los mineros arribaron a la carretera principal que conduce a la zona, además de ex trabajadores de Altos Hornos de México, quienes buscan entregar documentación para que el problema sea resuelto.
A las 12:30 del medio día, el presidente arribó en un camión blanco y escuchó las primeras peticiones.
“Estamos trabajando, a eso vengo para que no se detenga, vamos a cumplir el compromiso, el acuerdo”, señaló.
Pasta de Conchos: la tragedia cumplirá 18 años
Será el próximo 19 de febrero que se cumplirán 18 años de la tragedia en la mina Pasta de Conchos, donde quedaron atrapados 65 trabajadores y donde solamente los restos de dos de ellos fueron rescatados y 63 más siguen aún al interior tras el derrumbe.
Fue en mayo de 2019, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió el rescate de los restos de los 63 mineros poniendo a la Comisión Federal de Electricidad a cargo de los trabajos que iniciaron en 2020.
AMLO prometió ayudar pero rescate se retrasa
Actualmente las labores de recuperación siguen aunque han tenido algunas pausas por problemas con trabajadores y se han ido retrasando los trabajos. Al medio día, acudió a la mina “El Pinabete”, en Agujita, Sabinas, donde señaló que la búsqueda no cesa.
“Vamos a seguir buscando a los trabajadores mineros, si se ha avanzado aquí, vamos a seguir trabajando para que continúe la búsqueda en Pasta de Conchos y aquí en Pinabete”, aseguró.
En el caso de Pasta de Conchos, las viudas piden a los expertos que consideren entrar por la boca mina para terminar con el rescate, sin embargo, los expertos nacionales e internacionales aseguraron que las labores de extracción de los cuerpos se llevarían cerca de cuatro años y ya van en el último año.
A decir de las familias y mineros de la región, lleva más de dos años de retraso, mientras que en el caso del “Pinabete”, solo restan seis y no hay tiempos.
Milenio