El lunes pasado el Presidente Andrés Manuel López Obrador realizó su conferencia de prensa en Torreón, con la presencia del Gobernador de Coahuila y del también Gobernador del estado de Durango; uno de los temas principales fue el del agua saludable para los más un millón y medio de habitantes que comprenden esa región.
Se retomó el problema cincuentenario del agua contaminada con arsénico para lo cual se presentó el proyecto que resolverá de forma integral este problema que consiste en una escasez aguda que afecta gravemente la salud humana y la producción agropecuaria ya que el nivel del acuífero ha descendido 100 metros, pero su resolución terminará en el 2023 y se asegurará el abasto hasta por 30 o 40 años.
El presidente informó que en Coahuila hay 2,479 jóvenes que se están capacitando y trabajan como aprendices en el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro” y reciben un salario mínimo, además 5, 738 estudiantes universitarios que reciben becas de 2 mil 400 pesos mensuales, también 80,879 bachilleres cuentan con becas, 18,878 niños y niñas de educación básica las reciben y en la entidad ya funcionan 3 universidades públicas, una en Francisco I. Madero, otra en Piedras Negras y una más en Viesca; son 312 escuelas las que reciben de manera directa su presupuesto para el mantenimiento de sus instalaciones mediante las sociedades de padres de familia y ellos deciden en que se aplican los recursos para las mejoras de sus planteles.
Los adultos mayores que reciben pensión del gobierno, son 184 mil 498. Además, 16 mil 319 niños discapacitados cuentan con pensión, también los hijos de madres trabajadoras reciben ayuda para su permanencia en estancias. En la entidad se están construyendo 30 sucursales del Banco de Bienestar, este recuento muestra que el gobierno federal protege a todas la población más vulnerable de esta entidad, contra lo que sostienen algunos funcionarios públicos, que el presidente ha abandonado a Coahuila, al contrario, está muy pendiente de la problemática local.
En la estancia de López Obrador en Torreón se realizó la petición de perdón por agravios a la comunidad china en la masacre xenófoba de ultrajes a ese grupo étnico que en mayo de 1911 causó la muerte de 303 personas chinas.
La doctora Mónica Cinco Basurto (Maestra en Estudios de Asia y África con Especialidad en China), hija de padre chino y madre mexicana, relató que los emigrantes de China eran gente muy trabajadora, emprendedora, que prosperaron con rapidez, pero los estereotipos antichinos los frenaron, detuvieron su crecimiento económico ya que los acusaban de arrebatar empleos a los mexicanos y de contaminar la salud pública, durante la Revolución Mexicana y hasta los inicios de 1930 el hostigamiento hacia esa etnia creció, se les calificó de raza inferior y de ser portadores de enfermedades.
Con su dedicación al trabajo los chinos dinamizaron las regiones en las que se asentaron, las minas, la agricultura, el ferrocarril, se organizaron en asociaciones, se casaron con mexicanas y tuvieron descendencia, la que era considerada racialmente inferior, relató la especialista.
El evento violento acaecido en Torreón reavivó los estereotipos, la violencia colectiva y la intolerancia hacia esa raza se manifestó en agresiones físicas, saqueos a sus negocios que vulneraron a esa población y a los mexicanos-chinos, que eran también agredidos.
La doctora Cinco, narra que en los años treintas del siglo XX miles de familias chinas fueron expulsadas o huyeron por temor a ser agredidos, a muchos les fue negada la nacionalidad adquirida por derecho, fueron apátridas en los hechos, la omisión e indolencia del Estado lastimó a esos chinos mexicanos.
Esos hechos obscuros nos degradaron como país, el acto de perdón solicitado a las familias y autoridades chinas agraviadas por los estereotipos racistas es un reconocimiento de que ellos son parte nuestra.