De acuerdo con AMLO el “neoliberalismo” es culpable directo de la violencia en México, de tal forma que, si se cambia la política económica del país, la violencia va a disminuir. De hecho, como lo declaró en el programa Tercer Grado, 80% de su estrategia para la seguridad proviene de un cambio en la política económica. Además, utiliza el nombre de Antonio Ortiz Mena quien fuera secretario de Hacienda entre 1958 y 1970, como ejemplo de lo que piensa hacer con la economía mexicana (modelo económico estabilizador).
Uno podría contraargumentar poniendo el ejemplo de Venezuela, un país que desde 1998, 20 años ya, ha aplicado políticas “no-neoliberales” y que cuenta con la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes más elevada del mundo: 89. Para encontrar tasas similares en México, tendríamos que remontarnos a los tiempos de la Revolución. Sin embargo, sé que los seguidores de AMLO no aceptarán el ejemplo y alegarán que los problemas en Venezuela son por culpa del imperialismo yanqui y su bloqueo y demás presiones que Estados Unidos ejerce contra el país sudamericano. Así es que regresemos a México y al periodo que AMLO califica como el “ideal”.
¿Cuáles eran las tasas de homicidio doloso durante el tiempo en que Ortíz Mena fue secretario de hacienda? Los dos sexenios que ocupó el cargo, en promedio, por cada 100 mil habitantes hubo anualmente 23.16 homicidios; en las últimas cuatro décadas, sólo en dos años hemos superado ese promedio, en 2011 cuando hubo 23.88 y el año pasado con 25.97.
No estoy interesado en desestimar el problema de la violencia en México, por el contrario, me preocupa sobremanera. Lo que sí me interesa es mostrar que ésta no tiene que ver con el modelo económico, como AMLO sostiene con el simplismo y el cinismo que lo caracterizan. Lo que quiere Andrés Manuel es justificar la locura que piensa hacer con la economía mexicana correlacionando dos variables que a todas luces viajan por separado. Y lo hace, mercando con el dolor de las víctimas, a las que les enseña la captura de un falso culpable para consolarlas. AMLO miente pero… los mentirosos somos todos los demás.