Unos arqueólogos peruanos de la Universidad de San Marcos han encontrado en Cajamarquilla, un yacimiento situado a las afueras de Lima, las momias de seis niños que probablemente fueron sacrificados junto a un personaje social importante.
Los restos tienen entre 1.000 y 1.200 años de antigüedad y estaban envueltos en fardos funerarios confeccionados con algodón. A su alrededor se hallaron objetos de cerámica, algo que era habitual para que los difuntos se marcharan preparados a la otra vida.
La momia del que se cree que era un personaje social importante fue hallada en noviembre de 2021 en este mismo lugar dentro una cámara funeraria de unos 3 metros de largo que se encontraba a 1,40 m de profundidad. Los niños fueron enterrados junto a ella.
Además de las momias de los niños, los arqueólogos encontraron también en Cajamarquilla los restos óseos de siete adultos que, a diferencia de los infantes, no estaban envueltos en fardos.
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