…La mejor manera de transformar a un país es trabajando en los niños.
…La cultura mexicana se ha caracterizado por un nacionalismo banal, en el que se rechazan las practicas extranjeras en lugar de verlas con interés. Cada día son menos los que pretenden demonizar fiestas como el Halloween o el día de San Valentín, costumbres estadounidenses con mucho arraigo en nuestro país, particularmente en los grupos económicos con mayor capacidad de compra, estratos de la sociedad donde se puede viajar con frecuencia y a lugares mas remotos.
…Viajar como practica educativa, es una fuente importante de aprendizaje, y posiblemente la forma mas eficaz de incrementar y mejorar la cultura de los individuos. Actualmente los países que se desarrollan a mayor velocidad, se distinguen por sacar a los mas brillantes de sus estudiantes, para que adquieran el dominio de nuevas lenguas, conozcan distintas formas de cultura y adquieran nuevos y mejores conocimientos. En términos generales, viajar y salir de la comodidad del hogar, es la forma mas atractiva de evolución y desarrollo de los individuos y por ende de sus comunidades.
…Lejos de entender lo anterior, en México es común el ataque contra costumbres extranjeras, y este se encarniza cuando provienen del norte, caso extraño por la conexión física que implica nuestra enorme frontera con los Estados Unidos, vecindad que asegura la practica en ambos lados, de festejos, ritos y tradiciones que en muchas ocasiones provienen de tiempos muy lejanos. La aversión por lo “Gringo” se pinta de un nacionalismo inservible que enmarca un profundo sentimiento de inferioridad, esa costumbre reactiva, surge como respuesta a cualquier habito importado, donde una oficiosa caterva de “intelectuales” se ocupa en demonizarla y procura cambiarla por otra nacional sin ninguna relación, atacando ensañadamente cualquier practica diferente.
…La cultura no es la mitificación del pasado, de hecho la cultura, es la practica tradicional de costumbres buenas y malas, y en nuestra cultura sin duda vemos muy arraigadas prácticas muy nocivas. Ver fiestas como el grito de independencia, el 5 de mayo o a alimentos como las fritangas de parroquia como la base fundamental de nuestra cultura, no son tan valiosos para enorgullecernos y hacernos inflar el pecho; sin embargo, como son cosas maravillosas plenas de colorido, alegría y sabor, persistirán y se extenderán como los tacos o los burritos en todos el mundo.
…Sin demérito de nuestra gastronomía, es urgente observar con atención y espíritu de solución otros elementos de nuestra cultura como: La falta de respeto a la ley, la impuntualidad, el desorden, la suciedad, la inasistencia al trabajo los lunes, la corrupción dentro y fuera del gobierno y otros muchos raigambres negativos soslayados por nosotros, pero que son evidentes en la percepción de quienes nos ven desde afuera o nos vienen a visitar. En esas partes negativas de nuestra cultura debemos trabajar, nos urge ser autocríticos y consientes, para cambiarlas y mejorar.
…Ya es momento de eliminar la viciosa forma de “Enseñanza” que se imparte en nuestro país, tenemos que pasar de educar por educar, a ¡Permitir aprender! requerimos que nuestros hijos tengan acceso a la abundante información que se encuentra en cualquier gadget, y que tanto en la escuela como en la casa los adultos les proveamos las herramientas necesarias para entender, administrar y usar esa información de manera que adquieran buenos hábitos, pero sobre todo para que se hagan de conocimientos con los que puedan construir una vida de valor.
¡Que Dios Nos Bendiga!
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