El pleno de la Cámara de Diputados (PRI-PVEM-PAN-PANAL-PES) aprobó que cuando un trabajador enferme por causas laborales, sólo se le pague 50% y no 100% de su salario, además de que el empresario determinará cuáles enfermedades serán susceptibles de pago.
Por 303 votos en favor, 86 en contra y 10 abstenciones, el pleno de la Cámara Baja aprobó reformas a la Ley Federal del Trabajo, para establecer que será la STPS -previa consulta con Comisión Consultiva Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo- quien realizará las investigaciones y estudios necesarios, conforme al progreso de la medicina del trabajo, a fin de actualizar las tablas de enfermedades de trabajo y de valuación de las incapacidades permanentes resultantes de los riesgos de trabajo. El dictamen fue turnado al Senado de la República para su estudio.
En tribuna, diputados federales del PRD y Morena aseguraron que esa reforma es perjudicial para los trabajadores, y disminuye los derechos de los trabajadores.
“Con este dictamen están permitiendo que los empresarios formen parte de quienes hacen el listado para que sus propios trabajadores reciban o no incapacidad del trabajo, son juez y parte. Y les están robando a los trabajadores su derecho de tener al 100% su salario, porque sólo recibirán el 50%, de ese tamaño estamos hablando”, dijo la diputada Araceli Damián (Morena).
El diputado Juan Romero (Morena) propuso modificar el dictamen para que la tabla no sea elaborada por la STPS, sino por especialistas de universidades y centros de investigación, pero la propuesta fue rechazada.
En contraste, diputados del PRI, PAN, PVEM, PANAL y PES, argumentaron que al actualizarse la tabla, que no se moderniza desde 1970, se beneficiará a los trabajadores con los nuevos riesgos laborales.
Mucho más que actualizar una tabla estaremos brindándoles certeza y seguridad a los trabajadores mexicanos y a sus familias “, dijo el diputado Gabriel Casillas (PRI).
La diputada Luz Paniagua (PAN) afirmó que de no llevar a cabo esa reforma, implicaría “seguir acumulando rezagos en la actualización de enfermedades de trabajo que son inherentes a las nuevas realidades económicas”.
Con Información de Jorge Monroy (El Economista)
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