Apuntes para un mejor actuar.

En la encrucijada de los momentos, batiéndonos en los tiempos en que las introspecciones se pierden para dar cabida a las percepciones grupales, como grupos y naciones, la identidad humana se olvida de considerar que nunca podremos cambiar como sociedad si no cambiamos a los hombres y si éstos no tienen la actitud a esa actividad, la única permanente.

Para pasar del cambio a la evolución, que es la verdadera traducción de la esencia de este movimiento tan afín al ser humano como su historia misma, es necesario trabajar con un fin en nuestro intelecto que dé luz y oriente para conseguir cualquier fin.

Para ser entes de valor, debemos evaluar nuestras capacidades y nuestras orientaciones y emerger de nuestras comodidades, para aferrarnos a la bandera de lo que creemos y pretendemos ser.

Un esquema de esas actividades no significaría nada si no está inmerso en la siguiente descripción de valores que podrían aplicar a entes productivos, civiles y de Gobierno.

Liderazgo. Considerar que podemos ser líderes sólo si somos quienes podemos trabajar en cualquier sitio sin quejas, de manera en que todos se beneficien, aquéllos que hablaremos con sencillez y honestidad y tengamos en todo momento la capacidad de ser flexibles.

Conservar el medio ambiente. Creer que en el respeto al medio ambiente estará el reflejo del mundo que heredaremos a las próximas generaciones, comprometiéndonos a dar un adecuado destino a nuestros residuos, economizando energía eléctrica y recursos naturales, podemos aportar nuestro grano de arena a este propósito.

Seguridad. Establecer que en cualquier organización la seguridad y la integridad física de los seres humanos están por encima de la obtención de ganancias, de la producción y de los intereses políticos. Establecer el principio de la prevención como camino a lograr este valor.

Ética profesional. Señalar que el actuar de los miembros de cualquier corporación estará basado en la obtención del bien común, que en nuestras negociaciones será establecido el principio de la honradez y la transparencia como característica de negocio.

Entusiasmo. Comprometer que nuestro liderazgo sea sentido por los demás, que nuestra fuerza pueda conducirnos a posicionarnos en un ente líder que con dinamismo establezca récords en los diversos segmentos.

Orgullo, sentido de pertenencia y lealtad. Debemos esforzarnos a crear un ambiente en la industria, en la sociedad y el Gobierno de tal manera que seamos ejemplo de permanencia, de amor a la camiseta y sobre todo de sentimiento de pertenecer a un grupo dinámico y dispuesto a cumplir metas y objetivos.

Honestidad. Debe prevalecer en nosotros el hablar directo y claro, el ser verídicos en lo que expresamos, en que nuestras intenciones frente a los demás compañeros tengan como base el querer hacer las cosas bien y de manera sencilla, cordial y sin intenciones ocultas.

Desarrollo. Basamos nuestro crecimiento en que cada día deberemos ser más y mejores, que a la par de que nuestra sociedad se desenvuelva y posicione, su gente también lo haga en proporción directa a su desempeño y dinamismo.

Ambiente de trabajo y convivencia. Esforzarnos por ser el mejor lugar para trabajar, para vivir y desarrollarnos, un lugar en donde la convivencia tenga reglas sencillas y claras, en que el respeto a la opinión de los demás sea considerado una fortaleza.
Trabajo en equipo. Considera que el trabajo en equipo es la mejor manera para compartir los éxitos o aprender mejor de nuestra actuación.

En la fortaleza de cada uno encontramos empeño, pero en la fortaleza de todos juntos encontraremos que no habrá metas que no podamos cumplir. Distinta sociedad seríamos si un día no lejano, estableciéramos una visión de grupo, de ciudad y país. Hace algunos años, Suecia lo hizo posible.

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