El Distrito Federal (Ciudad de México), renueva su Constitución. Es cierto que modificará de fondo su estructura jurídica para ser: El Estado 32, seguir siendo La Capital del País, y continuar siendo la sede de los Poderes Nacionales.
Para todo este cambio se requiere reformas de fondo a la Constitución vigente del DF. Se decide reformarla toda, completa; de manera seria y de frente a los habitantes del ciudad. Sin ocurrencias y si, con compromiso, se anuncia el proyecto y se somete a la opinión pública.
Para todo este cambio se requiere reformas de fondo a la Constitución vigente del DF. Se decide reformarla toda, completa; de manera seria y de frente a los habitantes del ciudad. Sin ocurrencias y si, con compromiso, se anuncia el proyecto y se somete a la opinión pública.
La seriedad del tema invita desde la Jefatura de Gobierno a conformar una histórica “Asamblea Constituyente”. Una elección directa para avalar a un grupo multipartidista y ciudadano, que siga el proceso de Constitución:
Legisladores electos, mixtos, durarán 4 meses en funciones. No tendrán salario. Unos designados por Partidos, otros candidatos de Partido y otros independientes. Campaña de 45 días, spots, etc. Votaciones. El resultado: Una Legítima Asamblea Constituyente.
Este tema de hacer Constitución, es un tema serio y requiere (tal empresa de tremendo impacto social, jurídico y político), de gente seria.
Coahuila, no se transforma en su esencia, pero sí, cambiará su Constitución. Eso lo sabemos porque leemos la prensa y los trascendidos. Nadie nos ha consultado, no sabemos que se hace y con qué objetivos, ni quienes lo hacen (expertos o validadores pagados), solo sabemos (algunos) que se cambiará toda la Constitución. Y aunque esto es de gran importancia porque nos afectará o beneficiará, no hay consulta pública, ni foros ni detalles.
Si hay en la prensa, algunas valientes denuncias del peligro por lo que contendrá y por quienes supuestamente “la redactan” (incluso denuncia de un Magistrado), y no son augurios positivos. Muchas leyes parchadas, violentadas, anti familia y anti sociedad, se han cocinado al vapor y de noche, en estos cuatro años de desgobierno.
Pero había que legar una Constitución total, si no “que dirán luego que me valla,… y ya me voy”.