Ligeras diferencias, pero una postura común: la oposición al aborto. Los aspirantes republicanos a la Casa Blanca hicieron frente común en torno a ese tema en su primer debate de las primarias, que reunió en Milwaukee a ocho candidatos.
“Los demócratas se equivocan al permitir el aborto hasta el momento del nacimiento. Haremos que rindan cuentas por su extremismo”, dijo el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en cuyo estado la interrupción voluntaria del embarazo está prohibida desde el pasado abril a partir de las seis semanas de gestación.
Uno de los momentos más significativos de su vida, añadió el principal contrincante del expresidente republicano Donald Trump (2017-2021), fue cuando escuchó el latido del corazón de su hija mayor cuando todavía estaba en el vientre de su esposa.
Para el exvicepresidente Mike Pence, se trata ante todo de un “asunto moral”.
Cuando el Tribunal Supremo revocó en junio de 2022 la protección federal al aborto, dejó en manos de cada estado la decisión de permitirlo o restringirlo, y en qué medida.
“Como presidente de Estados Unidos, los estadounidenses tendrán a un defensor de la vida en el Despacho Oval“, añadió Pence defendiendo un veto al aborto en todo el país, y no según el color político de cada estado.
Para el senador por Carolina del Sur Tim Scott, profundamente religioso, “es inmoral” permitir que estados como California, Nueva York o Illinois permitan abortos hasta el día del nacimiento”, aunque en California, por ejemplo, esa interrupción solo está permitida hasta las 24 semanas de embarazo (unos seis meses).
Otros dos candidatos sobre el estrado de Milwaukee fueron más cautos: “No debería haber una prohibición federal”, recalcó el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, mientras que el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson defendió igualmente que cada estado decida sus políticas al respecto.
La única mujer en esa palestra, la exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley, pidió tratar el tema con el respeto que merece.
“Soy inequívocamente provida no porque el Partido Republicano me lo diga, sino porque mi marido fue adoptado y porque yo tuve problemas para concebir. Dicho esto, debemos dejar de demonizar este tema. Jueces no electos no deberían decidir sobre algo tan personal”, concluyó.