Cumple el PRI 90 años, como un triste viejo y olvidado.
Un nonagenario que se desdibuja en el escenario político. Un acartonado instituto de viejas prácticas y costumbres históricas. Anacrónico, infestado de malas ideas y de peores costumbres…
¡Un nido de alacranes y de corruptos!
Así decidió acometer al nuevo siglo, este tricolor descolorido, raído, mancillado, reflejo de lo peor y esperanza de nada. Siendo él mismo, el PRI “dice cambiar”.
¿A cuál Siglo se refieren los tricolores, al Siglo XXI? Ese ya arrancó y ellos, los retrogradas, no se subieron.
Cuadros distinguidos
Recién convoca el PRI a una “elección para su dirigencia nacional”. El período de Manlio Favio Beltrones Rivera, créanlo, aún no termina.
Tres interinatos tuvo desde que los tecnócratas corrieron a Beltrones, por perder elecciones de gobernadores, en su efímero liderazgo partidario:
De la CFE sacó Luis Videgaray Caso (canciller, socio y suegro de Peña Nieto), al Clavillazo, Enrique Ochoa Reza. “Cambió todo porque los políticos todo lo estropean”, pero encumbró a la despareja maldita (y corrupta), Rubén Moreira y Carolina Viggiano. A cambio aceptó sumiso la casa en Mérida que le regaló Fachas (con dinero de los coahuilenses), a cambio de la pluri para él y para la Viggiano. Ochoa también fue corrido, también perdió.
Llegó un priista de repuesto. El exGobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, cercano a José Antonio Meade. Ahora los políticos fracasan de nuevo, igual que los tecnócratas (¿es la marca la que está mal?). Corrido Juárez y el PRI sepultado. Pierde la Presidencia de la República y todo lo jugado. Retrocede al vergonzoso y lejano tercer lugar. Su sitio.
Los pedazos de un rompecabezas, sucio y ensangrentado, derrotado y despreciado (castigado por el voto popular, por cínicos y corruptos), fue “rescatado”, dice ella, por la sobrina de Salinas de Gortari, Claudia Ruiz-Massieu Salinas.
Es ella, La Salinas, quien grita que “el PRI ya cambió, que ya no hay corruptos, que son democráticos y que merecen una nueva oportunidad”. El apellido y la cercanía de la dirigente interina, es razón de desprecio a la marca. Carlos Salinas de Gortari, representa la corrupción personificada. Agréguenle simulación, cinismo y mentira… ¡EL FINAL SE ACERCA YA!
¿Democráticos? Mal dicen que “serán libres y transparentes” las elecciones y destapan al gobernador de Campeche como el candidato “de unidad”.
¿Ya no hay corruptos? Mal presumen su decencia inusitada y dice que Carolina Viggiano será la candidata a secretaria general en formula con el gobernador Moreno. Y es Rubén Moreira el cabildeo que escogieron, ese mismo que le vende sus afectos a MORENA para comprar impunidad por su actividad criminal.
Y como dice el Justiciero en su TRIBUNAL, “rían señores, el PRI pide al INE que lleve sus elecciones, para transparentarlas. Será para justificar el fraude”.
Muriendo
El PRI busca en las formas cambiar el fondo. Querían algunos cambiar el logotipo y los colores (que son de la Bandera Nacional, no de ellos). Pero desea conservar el fondo, por que el fondo son ellos: Los corruptos, los cínicos, los criminales. Apoderados del poder (ahora solo partidario). El PRI muere por su propios méritos. El voto lapidario, fue de castigo.
Nadie quiere morir y el que muere no quiere admitirlo.
Rezan hasta lo ateos en la antesala de la muerte. Pero los moribundos que niegan su destino fatal, se niegan el rezo que les signifique, acaso, un Purgatorio eterno. Del cielo ni hablamos.
Pobre del pobre que sueña con no serlo, en vez de trabajar para remediar sus necesidades. En vez de cambiar para ser mejor. En vez de lamentarse y padecer esa lástima social, esa minusvalía sicosomática, esa hambre de ser y de tener. Sin Merecer.
Como el PRI que, en vez de liberarse de ataduras y anacronismos y de los mismos corruptos, cual hienas, ¡huelen la carroña y se relamen las jetas!
Se han ganado el Infierno y siguen buscando cielos en la tierra.
Mismo PRI. Mismo diablo. Mismo infierno: RETACADO DE CUADROS DISTINGUIDOS.
PD. Designaron antier a Enrique Peña Nieto como consejero nacional del PRI. El chiste se cuenta solo. Ah, ¿no era chiste?