Auténtica austeridad

Tuvieron que pasar casi 6 meses para que finalmente hubiera algo bueno para contar con respecto al gobierno de López Obrador. Por fin, luego de tantos problemas en el sistema público de salud, agravados por sus decisiones de falsa austeridad, reconoció en la semana que el esquema diseñado para surtir de medicamentos a los hospitales había ocasionado desabasto y afectaciones a los usuarios, la mayor parte de éstos, los más desamparados, los que menos tienen.

Ojalá y así fuera con todo, que se rectifique en donde tenga que hacerse, en vez de necear y de promover el linchamiento de quienes lo cuestionan. Si algo necesita aprender el presidente es que no todo aquel que critica está interesado en su fracaso. Todo lo contrario, sabemos que el futuro de México depende de su desempeño. 

Los diputados federales del PAN votaron a favor de la Ley de Austeridad. Todos en nuestro partido entendemos la importancia de terminar con los excesos en México. Pero, debe aceptarse que los ahorros indiscriminados no son propios del austero. El uso más eficiente de los recursos implica el cumplimento cabal de los objetivos para los cuales fueron destinados. La determinación de las necesidades y los medios que se requieren para satisfacerlas exige más que buena voluntad.

Claro que se deben eliminar aquellos gastos que son obviamente excesivos; pero, los recortes que pueden afectar la operación de las instituciones deben provenir de diagnósticos precisos, que demuestren en dónde y cuánto se puede hacer un mejor uso del dinero. Ser inteligentes y racionales con el gasto es de austeros, como también lo es la capacidad para identificar prioridades. 

La salud pública no debió haber sido objeto de recortes durante el primer año del mandato de AMLO, hasta no haber realizado un diagnóstico profundo de la situación en la que se encontraba el sistema. Y lo mismo debe decirse de otras áreas críticas como medio ambiente, ciencia y educación. Sólo espero que lo sucedido haya servido de lección y que, en adelante, sus medidas no afecten más a los pobres que dice servir, sino que sean de una auténtica austeridad.

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