¡Ayuda! Dar engrandece.

El auxilio a CDMX, Puebla, Oaxaca, Chiapas y otros estados afectados por los desastres, proviene de gente común como tú, cientos de agrupaciones privadas y civiles cooperan con toneladas de artículos, el liderazgo no lo tiene el gobierno y muestra de ello, fue la expulsión de Osorio de la zona de desastre por ciudadanos que le negaron “posar para la foto” lanzándole todo tipo de improperios. Peña en cambio, prefiere hacerse presente en centros de acopio bajo condiciones controladas, haciendo como que lanza cajas de un camión a otro, mostrando la marca DIF denodadamente, en pocas palabras, ¡Posando para los medios! En internet se puede escuchar a un empresario quejándose en un avión cargado de ayuda, porque le impiden aterrizar en las zonas dañadas, y según él, porque el gobierno pretende ser el único canal para entregar la ayuda, tal vez para hacer proselitismo y adueñarse del mérito ajeno, o para guardar los paquetes y entregarlos en la próxima campaña electoral.

¡No confiamos en el gobierno! Eso es una realidad abrumadora, consideramos que estorba y sabemos que es lo más corrupto en el panorama nacional. Empresarios de todo tipo, ofrecen desde alojamiento, hasta servicios funerarios gratis a víctimas de las catástrofes, mientras el gobierno cobra su quincena y da entrevistas diciendo: “Nos sacrificamos por el pueblo” sin atender eficazmente a quienes lo perdieron todo. Ellos, no señalan prepuestos o diseñan programas para construcción de vivienda y rescate de la infraestructura eficientes, solo se placean y toman lo que encuentran. Finalmente, así como se perdió De la Madrid en el 85, ahora diputados, senadores y presidentes de partidos se esconden del ojo público, hacen oídos sordos al dolor del pueblo, y más cuando la sociedad exige se usen los miles de millones señalados para partidos y campañas, en reconstruir viviendas y negocios destruidos. De nuevo las crisis causadas por la naturaleza son la lente con la que se ve el cálculo político de quienes viven de nuestros impuestos; de todos los precandidatos a la silla presidencial, el único que salió a contar como casi perdía su vida hace 32 años, fue un candidato sin presupuesto, un independiente.

Las historias son manipuladas trágicamente por los medios masivos, en las redes sociales abundan verdades a medias, exageraciones enormes, y mentiras completas. Para tener un panorama claro de la situación, es necesario filtrar datos en internet y contrastar medios de todo el mundo.

La pregunta para el ciudadano debe ser una ¿Quienes están para la gente cuando sufre, y quienes se aprovechan de ella en su vulnerabilidad? La respuesta no es para hacer juicios, aunque parezca oportuno, por el contrario, que sirva para pensar ¿En donde estoy yo cuando me necesitan? Y olvidando la política, la economía o la corrupción, optar por el lado correcto, ayudando a los que lo perdieron todo, a los lastimados y sobre todo, a los que sufren la pérdida de sus seres amados. Hoy la compasión es obligatoria, el ánimo debe ser de auxilio y la bondad pura debe manifestarse; a pesar de nuestro gobierno y sus políticos, hoy en México, todos debemos ser uno.

¡Que Dios Nos Bendiga!

hlaredom@gmail.com

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