Atrás ha quedado el fresco noviembre,
con sus tonos grises y su nostalgia.
Se hace presente hoy con toda su magia,
el blanco, frío y hermoso Diciembre.
Traes en ti la hermosa navidad,
Jesús que nace humilde en un portal,
trayendo esperanza a todo mortal,
Dios se hace carne, se hace humanidad.
Éstas tierras de blanco vestirás.
El día 31 un año más concluirás,
tristezas y angustias tú portarás,
Difícilmente podrá celebrarte,
quien el dolor vive y siente la muerte,
que la pobreza dificulta amarte.
Seamos testigos de caridad,
en un mundo vil, privo de hermandad,
demostremos la solidaridad.
NOTA.
Kavanarudén es una palabra proveniente de la lengua indígena pemón.
Los pemones son una familia indígena que vive en la zona sureste del estado Bolívar en Venezuela. La frontera con Guyana y Brasil. Son los habitantes de la Gran Sabana y del todo el parque nacional Canaima. Actualmente existen unos 30.000 pemones en Venezuela.
Entre ellos se diferencian tres grupos: Los Taurepán, que son los que viven en la frontera entre Venezuela y Brasil; los Arekunas, que se han establecido en el Noreste del Roraima y en el valle de Kavanayén y los Kamarakotos, que viven al oeste del río Karuay, Caroní, la Paragua y en el valle de Kamarata.
Kavanarudén literalmente significa “lugar del kavanarú”.Kavanarú es un ave. El llamado “gallito de las rocas”. También conocido por otros nombres: Tunqui, gallito de las Sierras, gallo de la Peña Andino, gallito de monte, berreador o chaperón. Científicamente se le conoce como “Rupicola peruviana”. Es el ave nacional del Perú, pero también se le encuentra en la Gran Sabana, Venezuela.
Una especie en peligro de extinción. No se reproduce en cautiverio. Una vez atrapado se niega a comer y muere de tristeza. El macho suele ser de color naranja que hace perfectamente juego con su cola y sus alas, que son de color negro. Vive en las rocas, donde construye sus nidos. Huye de los ruidos fuertes. Es una especie muy tímida. Raramente se le puede ver. La hembra suele tener un color más opaco que le ayuda a camuflarse entre los peñascos.