Buena para AMLO, costosa para la gente

Pareciera una buena noticia: el precio del petróleo mexicano cerró el lunes pasado a un nivel de 71.35 dólares por barril.

Este nivel no se veía desde mayo de 2014. Hace 12 meses, en septiembre de 2017, el precio medio era de 48.30 dólares, lo que implica un incremento de 47.7 por ciento en un año.

Es buena noticia para las finanzas públicas que haya mayores precios del crudo. Por cada dólar adicional que tenga el precio habrá más o menos 13 mil millones de pesos adicionales anuales para gastar o invertir por parte de Pemex o del gobierno.

Lo malo de esta circunstancia es que, con el actual esquema de precios, a los consumidores mexicanos nos pega el alza del precio de las gasolinas.

Al comenzar la administración de Peña, en el 2013, el volumen promedio diario de la gasolina importada era de 358 mil barriles, lo que representaba el 45 por ciento de las ventas totales de gasolinas que realizaba Pemex.

El promedio de los primeros ocho meses de este año indica una importación media diaria de 594 mil barriles, 65.9 por ciento más que en 2013.

De cada 100 litros de gasolina que vendió Pemex este año, 76.9 litros son importados. Así que, como país, los dólares que ganamos por exportaciones de crudo los perdemos por las importaciones de gasolinas y de otros petrolíferos, al grado de que ya somos ampliamente deficitarios en hidrocarburos.

En los primeros siete meses del año, las exportaciones petroleras de México fueron de 17 mil 823 millones de dólares. Para el mismo lapso, las importaciones petroleras totales (principalmente gasolinas, diésel y gas) ascendieron a 30 mil 419 millones de dólares. Es decir, tuvimos un déficit de 12 mil 596 millones de dólares.

El alza del precio del petróleo, que sí significa más ingresos para el sector público, implica un incremento en el déficit petrolero para el conjunto de la economía. Y si los precios de las gasolinas reflejaran los movimientos del mercado internacional, al final de cuentas seremos los usuarios del transporte, privado y público, los que pagaríamos el costo de la gasolina más cara.
Para el futuro gobierno de AMLO y para el Presupuesto de 2019, estos niveles de precios dan más recursos. Pero, quienes piensan que es buena noticia tener precios del crudo más elevados, se quedaron con la imagen del país que teníamos en los 90 o aun en los primeros años de este siglo. Ahora, como deficitarios en hidrocarburos, a la economía le costará más lidiar con precios más altos.

Con el incremento registrado ya este año, los ingresos petroleros del sector público (gobierno y Pemex) son mayores en 9.1 por ciento en términos reales en comparación con los registrados en el mismo lapso del 2017. Y, si en 2019, el precio promedio estuviera 10 dólares por arriba de lo registrado en 2018, habría 130 mil millones de pesos más, de los que podría disponerse en el Presupuesto, una cantidad nada despreciable.

Pero, ¿qué prefiere usted?, ¿que el gobierno tenga más dinero para gastar o que a usted le quede en su bolsillo más dinero después de llenar el tanque de su auto?
Así que cuidado con alegrarse hoy por los altos precios del petróleo

(El Financiero/Enrique Quintana).

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