Este Coahuila tan querido no puede levantar la capa porque el gobierno anda mal y de malas.
Un año cumplió Miguel Riquelme al frente de la administración y en vez de mejorar su imagen (de ilegítimo y moreirista ) se enconcha ante los enormes problemas heredados.
La falta de dinero para proyectos grandes es el obstáculo mayor, ese que frena la obra pública y social. Y claro, hay dinero para superponer la imagen a los resultados.
Cayó en la trampa
Atrapado como roedor, Miguel no hace lo importante, “porque no hay dinero”.
Entonces, gasta millonadas en imagen, en publicidad, en asesores (medios para sacar el dinero a las empresas que crearon Los Moreira para lavar el dinero y para las empresas fantasma que se siguen robando el presupuesto).
Aquí, en este juego perverso, el único engañado fue el pueblo. Miguel sabía que de llegar a la gubernatura (con el Moreirato a cuestas), su gobierno cuando más sería de transición. Pero los aduladores a su alrededor, rubenistas la mayoría, le endulzan el oído y él ya quiere imponer su marca (si Miguel hace lo que los anteriores: seguir endeudando, seguir robando, seguir manteniendo rémoras y empresas fantasma, todos los bandidos están contentos).
Y entonces viene la frustración… no hay dinero para pintar huellas riquelmistas.
Perfil bajo
Un gobierno de transición como debería ser este:
• No gasta, menos en lo corriente
• No reestructura la MegaDeuda para aventarla mas lejos (a 48 años), por el contrario, pacta el abonar todo lo posible al capital y por ende, lo menos a intereses
• Depura la nómina, saca aviadores, reduce el tamaño del gobierno empezando por los mandos superiores que ganan mas
• Cancela contratos onerosos de servicio y asesorías
• Reduce el gasto corriente al mínimo
• La austeridad será el fondo y la imagen del gobierno
• La publicidad e imagen institucionales serán menores, sustancialmente
• Tapará todos los agujeros financieros en la tesorería
• Evitará grandes obras que consuman su mermado presupuesto
• Ayudará a los desprotegidos y desheredados
• Entre otras amargas medicinas y efectivas acciones
Ya se vio
Pero Riquelme ya se vio y se vio bonito.
Quiere hacer cosas, gastar dinero, hacer obras grandes y ostentosas. Quiere ir borrando la imagen de los anteriores y poniendo la suya.
No entendió Miguel que es mejor componer la maquina desbielada que recibió (de la que él es también corresponsable). Aceitarla y entregarla en la mejor forma posible, en seis años de traer el overol puesto. En seis años de arduo trabajo, sin aspavientos ni reflector.
Miguel. Quiere lucir, aun sin dinero. Presume querer transformar Coahuila y ni siquiera puede pagar los aguinaldos.
“Debe” tapar la suciedad reciente, la acumulada y hasta los acuerdos negros vigentes, y al mismo tiempo, sueña con gobernar con fuerza y liderazgo.
En esa trampa vamos cayendo también los coahuilenses, arrastrados por la inercia del Moreirato infame que no termina.
¿Quién le ayuda?
Para lo uno u lo otro, para gobernar lucidor o gobernar austero, lo esencial es un GOBIERNO HONESTO. Pero por supuesto que si es austero y sencillo el gobierno, el beneficio es mayor.
Deslindarse del pasado y de su jefes es para Miguel un asunto casi de “vida o muerte”. Su deuda política y su falta aparente de carácter son un mala combinación. Por ello ya se anuncian mas moreiristas al gabinete en cambios de los días que vienen.
Caíste en la trampa de la vanidad política y la soberbia, señor Riquelme y como dicen en el sur “nos pasaste a joder”. No resististe el poder banal, en vez de ser humilde y honesto, de bajar el perfil y gobernar suave y cierto. No has entendido nada. Miguel ¿quién te ayuda a entender?