Luego de una primera temporada con los nuevos monoplazas de Fórmula 1, en la cual los pilotos sufrieron con el “marsopeo” provocado por el “efecto suelo”, la Federación Internacional del Automóvil (FIA), en conjunto con la categoría, decidieron implementar medidas para mejorar el desempeño de los autos y la competitividad, es decir, tendremos más cambios para éste año.
Así, los fanáticos deberán entrar en conocimiento desde la primera carrera, para entender más y mejor el desempeño de cada uno de los equipos. Tras leer a detalle los cambios al reglamento, destacan cuatro puntos sobre la aerodinámica. Se eleva el piso en 15 mm; aumenta la altura de la garganta del difusor; se incrementa la rigidez del borde del difusor y se añade un sensor para medir el “marsopeo”.
En teoría, con estos cambios el movimiento que golpeaba directamente a los pilotos y que ponía en riesgo su seguridad e incrementaba la posibilidad de contactos, desaparecerá.
Bandera Verde: Pero no son las únicas modificaciones al monoplaza. Luego del espectacular accidente que sufrió Guanyu Zhou en julio del año pasado en el arranque del Gran Premio de Inglaterra, se decidió que se fortalezca el “Roll Hoop”, que protege la cabeza del piloto, en caso de una volcadura.
Además, se reduce el peso del auto, de 798 kilogramos a 796, lo que pondrá a trabajar a los ingenieros y diseñadores previo a las pruebas de Barein, programadas del 3 al 5 de marzo, lo que no parece sencillo, una vez que hay medidas que van en contra, al agregar elementos o dimensiones, como los espejos retrovisores, que crecerán de una superficie de 150 mm a 200 mm.
En lo deportivo, los fanáticos verán el incremento de las carreras Sprint al doble, de tres que se disputaron en 2022, a seis para 2023. Las sedes donde habrá esta mini carrera sabatina, serán: Azerbaiyán, Austria, Bélgica, Catar, Austin y Sao Paulo.
Entrada a Pits: Es aquí cuando llegamos a los problemas. Al incrementar carreras sprint, tendremos más “parc ferme” (parque cerrado) y menos opciones de ajustar la puesta a punto para la carrera principal, o arriesgar el mantenerla en la carrera corta y perder esa oportunidad de puntos.
Para este 2023 se reduce una hora total de trabajo en paddock, además de que el “toque de queda” de miércoles y jueves se reduce a la mitad, de ocho a cuatro horas, y de seis a tres horas, por cada uno de los días.
La FIA pondrá a prueba un nuevo formato de calificación en dos carreras, y las modificaciones continúan hasta los neumáticos, obligando a que el compuesto duro se utilice en la Q1, el medio en Q2 y el blando en la Q3.
Salida de Pits: Uno de los puntos que mayor polémica presentará éste 2023, será el de los cambios de transmisión. Mientras que en 2022 se permitía que se realizaran para resolver problemas de fiabilidad, en la próxima campaña los equipos podrán colocar nuevos elementos “en caso de que los materiales, procesos o piezas patentadas dejen de estar disponibles”.
Cada equipo podrá justificar sus “temores” de que una pieza tenga un mayor desgaste y deba ser cambiada la transmisión, y la FIA deberá dar el visto bueno para el cambio.
Esto será una gran oportunidad para que los equipos saquen alguna ventaja estratégica, no sólo para el Gran Premio de ese fin de semana, sino los que vengan.
Bandera a Cuadros: Cambios en la manera de efectuar el acomodo en parrilla cuando haya múltiples pilotos penalizados, e incluso la temperatura en la cual se puede enfriar el combustible en carreras con climas cálidos y hasta las activaciones de DRS tras la entrada de autos de seguridad, son otros cambios que veremos este año, y que, aunque no sean tan notorios para los fanáticos, podrán ser definitivos para el campeonato, e incluso motivo de penalización.
Mercedes mejorará su desempeño con las modificaciones aerodinámicas, lo que no va a gustar en Red Bull Racing, donde (les apuesto) ya estudian el reglamento a fondo para saber dónde pueden presentar protestas contra sus rivales.