Ondas de sonido congeladas en el tiempo. Así describen a la nueva torre de telecomunicaciones y observación Camlica que reina en el horizonte de Estambul (Turquía), con sus 369 metros de altura, un restaurante con vistas de 360 grados y su mirador a la ciudad, desde donde se ve Asia y Europa.
A punto de abrirse al público, la Torre de Radio y Televisión de Estambul, de 369 metros de altura, marca un destacado hito visual en la línea de edificios, de esta histórica y animada ciudad con más de 15 millones de habitantes y dividida por el Estrecho del Bósforo en dos partes, una en Asia y otra en Europa.
Esta urbe, que hace siglos se denominó Bizancio y después Constantinopla, está situada entre dos mares, el de Mármara y el Negro; entre dos continentes, el asiático y el europeo; y entre dos mundos, el tradicional y el moderno, y tiene ahora una nueva y puntiaguda señal de identidad visual.
Esta nueva ‘aguja’ construida, se eleva y apunta al cielo, al igual que las de los famosos minaretes de las mezquitas de Estambul, pero está algo apartada de esos lugares de culto, e incorpora un nuevo lenguaje arquitectónico con una función tecnológica en vez de religiosa. Esta torre, cuyo construcción comenzó en 2015 y acaba de completarse, inició sus operaciones de telecomunicaciones en noviembre de 2020, y se espera que abra sus puertas al público a fines de la primavera de 2021, según el estudio de arquitectura Melike Altinisik (MAA) que diseño su proyecto.
MAA lo fundó Melike Altinisik, una arquitecta premiada internacionalmente que se formó y trabajó en Londres como arquitecto principal en el prestigioso estudio de Zaha Hadid, que falleció en 2016 y fue la primera mujer que consiguió el Premio Pritzker, considerado el ‘Nobel de Arquitectura’.
La nueva estructura de telecomunicaciones que diseñó con su equipo para Estambul, también se la conoce como Torre de Camlica, al estar situada en una de las dos colinas de Camlica, uno de los lugares más altos de la ciudad, que ofrece vistas panorámicas del Mar de Mármara, así como de ambos lados del Bósforo, incluyendo los dos puentes que conectan Asia y Europa.
EN ARMONÍA CON LA NATURAEZA Y EL ENTORNO
La Torre está concretamente en la colina Kücük Çamlica (Camlica ‘pequeña’) que alcanza una altura máxima de 228 metros sobre el nivel del mar, en las cercanías de una arboleda.
La edificación busca dar una sensación de movimiento y ritmo dentro de una silueta que cambia cuando se ve desde diferentes direcciones alrededor de Estambul, explica MAA (www.melikealtinisik.com).
Señalan que la ‘Camlica Tower’ tiene una estructura orgánica, es decir en armonía con el mundo natural, que no resulta familiar dentro del tejido urbano de Estambul. Vista desde la distancia, la parte superior de la llamativa fachada de la torre parece una onda sonora congelada en el tiempo, según la revista de diseño y arquitectura STIR. Los principales aspectos de la naturaleza, como la dirección del viento, la configuración superficial del terreno de la zona y los paisajes locales, se reflejan en el diseño y la forma de la torre.
En este edificio todas las características de diseño, planificación y selección de materiales se realizaron combinando la elegancia y belleza con las matemáticas y la geometría, para unir los distintos espacios habitables a todo el núcleo de la torre, según MAA.
NUEVO ESPACIO DE DIÁLOGO Y EXPLORACIÓN
Para la arquitecta Melike Altinisik, que dirigió el proyecto, es “un edificio que se convierte en un espacio de diálogo y exploración al albergar un restaurante de dos pisos con vista de 360 grados y una plataforma de observación con vistas a Estambul, abarcando desde Asia hasta Europa”. “Este proyecto con 29.000 metros cuadrados de superficie también aspira a simbolizar el crecimiento de Estambul como megaciudad”, destaca. “La torre cuenta, dentro del podio de entrada, con un vestíbulo público, cafetería, sala de exposiciones y áreas de mediateca, cuyos interiores se ha diseñado buscando que el edificio incluya espacios únicos que ofrezcan una experiencia innovadora y contengan características futuristas”, añade Altınısık.
“La arquitectura de esta torre de telecomunicaciones busca crear encuentros sorprendentes estableciendo fuertes relaciones con el lugar donde se ubica, utilizando la luz, la naturaleza y los espacios, para poder cambiar la perspectiva de las personas y animarlas a pensar de una manera diferente”, puntualiza.
Esta torre reemplazará a varias estructuras monótonas que están actualmente en uso, alojará alrededor de 125 antenas de transmisión, y está coronada por un mástil de acero de 145 metros, asentado sobre un núcleo de hormigón de 203 metros de altura, según MAA.
Los ascensores panorámicos situados a ambos lados del edificio llevarán a los visitantes, en un viaje vertical de 180 metros, hasta los pisos superiores (restaurante y mirador), desde donde podrán divisar Estambul a 400 metros sobre el nivel del mar.
El estudio MAA concluye indicando que el proyecto involucró unas exhaustivas pruebas de viento, tanto para confirmar la estabilidad de toda la estructura monumental, como para diseñar su fachada y optimizar el modo en que la carga de la envoltura arquitectónica del edificio actúa sobre el núcleo de concreto.