El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, suspendió este viernes los vuelos a México y los países del Caribe en un intento por frenar la ola de contagios y la posible importación de nuevas variantes del coronavirus en el país.
Las medidas suponen un recrudecimiento significativo de las restricciones para hacer frente a la pandemia en un momento en que muchos ciudadanos prevén viajar a destinos más cálidos para escapar del invierno.
Asimismo, Trudeau señaló que existe una gran preocupación sobre la posibilidad de que aparezcan nuevas cepas en suelo canadiense, un país que ha constatado por el momento 766, 000 contagios y casi 20,000 muertos.
“Estamos tomando diferentes medidas para reaccionar rápidamente y evitar mayores daños a nuestra economía, nuestras industrias, nuestros trabajadores y nuestras vidas”, ha aseverado Trudeau durante un anuncio televisado.
CUARENTENA Y PRUEBAS
Los viajeros que entren al país deberán permanecer en cuarentena en hoteles durante al menos tres días bajo estricta supervisión y pagado por ellos mismos, según el anunció del primer ministro, Justin Trudeau.
Canadá intensificó también las pruebas de COVID-19, mientras que las aerolíneas canadienses han acordado cancelar todos los vuelos a destinos del cinturón del Sol, como México. “Ahora no es el momento de volar”, agregó.
A partir de la próxima semana, los vuelos internacionales solo podrán aterrizar en cuatro aeropuertos del país: Vancouver, Toronto, Calgary y Montreal.
El segundo test PCR obligatorio en el aeropuerto será exigido “lo más rápido posible, en las próximas semanas” y se añade a la prueba negativa de COVID-19 con menos de tres días de antigüedad para poder viajar a Canadá.
Los viajeros deberán asumir el coste del examen, así como el de los tres días que pasen en el hotel designado por las autoridades, que debería rondar 2,000 dólares canadienses (unos 1,600 dólares), precisó Trudeau.
Si la prueba es negativa, los viajeros podrán entonces terminar su cuarentena de dos semanas en su domicilio, “pero bajo mayores medidas de vigilancia”, explicó.
Los viajeros que den positivo serán transferidos a un centro de salud público.
“Desde el comienzo de la crisis, mi prioridad es proteger a los canadienses”, subrayó el primer ministro para justificar el endurecimiento de las medidas.
Trudeau reconoció que las nuevas directrices buscan “desmotivar a los viajeros” y frenar la propagación de las nuevas variantes del virus en Canadá.
Desde el pasado marzo, las personas que llegan al país, sean canadienses o no, están sometidas a una cuarentena obligatoria de 14 días para evitar la propagación del COVID-19.
Hasta ahora, Canadá había cerrado sus fronteras internacionales y desaconsejado desde entonces los viajes no esenciales.
Canadá experimenta desde diciembre una fuerte aceleración de la pandemia, por lo que las autoridades volvieron a adoptar medidas de confinamiento en las dos provincias más afectadas, Ontario y Quebec, además de un toque de queda nocturno en esta última.
El país registraba el viernes más de 769,000 casos de coronavirus y 19,000 fallecidos.