Saúl “Canelo” Álvarez se fue sobre el Gobierno Federal, al decir que no se preocupa por la inseguridad o el deporte del país.
A una semana de su combate en Texas, ante Billy Joe Saunders, el boxeador se destapó y explicó por qué prefiere vivir en San Diego, en lugar de Guadalajara.
“Hay demasiadas inseguridades, por eso ya no estoy tanto en México. Hay mucha inseguridad para mí y, para mi familia, mucho más… y el Gobierno no se preocupa por eso, se preocupa por muchas cosas más”, dijo el pugilista al periodista Graham Bensinger.
La inseguridad es cotidiana
“Para la gente promedio es que estés en un restaurante y te quiten el reloj o secuestro exprés, esas son las mayores inseguridades de la gente”.
Sobre en qué puede mejorar la administración federal, Álvarez dijo que “no me quiero meter mucho en eso porque es trabajo del Gobierno. Creo que deben preocuparse un poquito más sobre la seguridad de la gente y poner, creo, una ley muy cabrona para el que roba, secuestra… con eso, se la pensarían más”.
Durante un tour en su mansión de Guadalajara con Bensinger, el mexicano recordó el secuestro que sufrió su hermano en 2018.
“Por el teléfono, negocié para que lo soltaran”, continuó el múltiple campeón. “Negocié con los cabrones tres días para que lo soltaran. Después, pensaba que si hubiera sido mi mamá, papá o hija, hubiera sido más difícil todavía… aparte tenía la pelea el sábado y nadie sabía nada”. “Canelo” no especificó contra quien peleaba esa semana, pudo ser Gennady, Golovkin o Rocky Fielding.
Además, Álvarez comentó que la Policía pudo haber sido cómplice en la retención: “Les dije que mi hermano estaba secuestrado y me contestaron que me había vuelto loco… ahí lo pensé”, narró el mexicano, mientras practicaba su inglés.
“Es muy difícil… porque cuando pasan esas cosas, un hermano nunca vuelve, se mueren. Gracias a Dios, tengo al mío”.