Hace 10 años el distinguido sociólogo francés Alain Touraine estuvo en México y dio cátedra en varias universidades del país, en ellas afirmó que, una alternativa para la solución de la actual problemática global de aumento sin pausa de las desigualdades, la pobreza y la destrucción del planeta, está dijo, del lado que la mayor parte de la sociedad ubicamos como la más débil, el movimiento de las mujeres y el surgimiento de los procesos de subjetivación de ellas: “Es el momento de que la mujer diga: ‘yo’; ellas están haciendo una identidad propia, mi preocupación principal es conseguir que las mujeres se den cuenta de que ahora les toca a ellas trasformar la sociedad”.
La mirada de Touraine en buena medida fue profética, el movimiento de las mujeres en México avanza por distintos rumbos, pero el que surgió de las elecciones del 1° de julio fue excepcional e impresionante, la votación por las candidatas para el Congreso de la Unión, en las 2 cámaras logró un ascenso notable en los partidos participantes, Morena, el PAN, el PRI y otros: en la elección federal de 2012 la cámara de senadores se constituyó con un 67.19 por ciento de hombres y 32.80 de mujeres, en la de 2018 fue de 50.78 para los hombres y 49,22 para las mujeres, un duelo casi parejo.
La evolución de las diputadas electas en la cámara baja es importante, en la elección de 2012 los hombres obtuvieron 62.20 por ciento de las curules y las mujeres 37.8. En la de 2015 el porcentaje alcanzado por los ellos fue de 57.6 y el de ellas aumentó a 42.4; en la elección de 2018 el porcentaje de varones llegó al 51.2 y el de mujeres alcanzó el 48.8, la distancia es un poco mayor, a pesar de ello es importante el aumento de feminas.
Lograr una democracia más incluyente ha sido una lucha sin tregua por parte de muchas mujeres en México, porque la inequidad política, por cientos de años fue asumida por la sociedad como algo “natural”, esa invisibilidad se sustenta en una menor participación de ellas en la esfera de lo público y en particular en el legislativo federal, espacio estratégico en el que se emiten las leyes para la nación y se establecen los presupuestos anuales, tareas que pueden propiciar cambios importantes en la vida cotidiana de las mujeres.
La desigualdad en el Congreso de la Unión ha disminuido gracias a la sentencia 12624 emitida por el TEPJF en 2011, que fue histórica porque canceló de manera contundente los obstáculos y pretextos utilizados para evadir la ley y además porque eliminó cualquier posibilidad de que la postulación de candidaturas femeninas quedara al arbitrio de las dirigencias de los partidos políticos, a partir de ella en la composición del Congreso de la Unión ha aumentado la participación femenina y su incorporación en la toma de decisiones favoreciendo la equidad de género, la cual no es fortuita sino que es producto de las demandas de las mujeres, sin embargo, a pesar de los triunfos las desigualdades en los estados persisten por lo que es importante redoblar esfuerzos para que la sentencia 12624 se sostenga y avance.
Posdata
Por fin el lunes pasado, en el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se invalidaron los artículos 52 de la Ley de Pensiones y otros Beneficios para los Trabajadores de la Educación de Coahuila y algunas fracciones del artículo 4° de la Ley del Servicio Médico de acuerdo al marco legal establecido para la seguridad social de este país: la invalidación se decretó en base a la inconstitucionalidad de ambos artículos que son parte de la ley aprobada por la Sexagésima Legislatura del Estado entonces presidida por José María Fraustro Siller ahora secretario de gobierno que, en cooperación con el ex gobernador Moreira 2, tanto daño han hecho al magisterio estatal.