El sacerdote Pedro Pantoja, asesor del lugar, presenta síntomas de COVID-19.
Luego de permanecer en inactividad por varios meses y reabierta el pasado 26 de octubre, nuevamente la Casa del Migrante cerrará sus puertas.
A través de un comunicado, dio a conocer que el asesor espiritual y fundador de dicho albergue, Pedro Pantoja, ha tenido registro de síntomas de COVID-19 en los últimos días.
La organización de la Casa del Migrante informó que el padre fue detectado con un bajo nivel de oxigenación; sin embargo, está siendo tratado en su casa debido a que el tratamiento de oxígeno tuvo resultados positivos, hasta ahora.
“Actualmente el P. Pedro Pantoja está en tratamiento médico con una extraordinaria doctora y su equipo, quienes de manera profesional y entregada se han dedicado en todo este tiempo a la atención de pacientes con COVID-19”.
“Afortunadamente hasta el día de hoy podemos comunicar que a pesar de que la salud del P. Pedro Patoja es delicada, está estable y reaccionando favorablemente al tratamiento y se encuentra de buen animo al cuidado de su familia, quienes haciendo equipo con la doctora luchan por su recuperación”, expresó la Casa del Migrante a través del comunicado firmado por su director Alberto Xicoténcatl Carrasco.
En ese sentido, como una medida de seguridad, informaron que han decidido cerrar nuevamente las instalaciones de la Casa del Migrante de forma temporal, como un método de que el equipo permanezca en observancia para poder retornar a las actividades regulares, aunque seguirán brindando la atención en las afueras de las instalaciones, en la medida de sus posibilidades.
El servicio de asistencia legal se mantendrá como hasta ahora, con las medidas que se han tomado desde que se retomó el servicio presencial.
Además de agradecer las muestras de cariño hacia Pantoja, pidieron a las personas que mantuvieron algún tipo de contacto con el asesor religioso, de ser posible, mantenerse resguardadas por el tiempo que las autoridades sanitarias recomiendan pertinente.
En los dos días anteriores, han fallecido en Saltillo dos sacerdotes de seis que se encontraban hospitalizados.