En sus deseos de Año Nuevo para el mundo, el Papa Francisco animó el sábado a la gente a centrarse en las cosas buenas que los unen y denunció la violencia contra las mujeres, al tiempo que reconoció que la pandemia de coronavirus ha dejado a muchos con miedo y en apuros en medio de la desigualdad económica.
“Seguimos viviendo tiempos inciertos y difíciles debido a la pandemia”, dijo Francisco. “Muchos están asustados por el futuro y agobiados por los problemas sociales, los problemas personales, los peligros derivados de la crisis ecológica, las injusticias y los desequilibrios económicos mundiales”.
Miles de residentes de Roma y turistas, con mascarillas como protección contra la propagación del coronavirus, se reunieron en la Plaza de San Pedro en un día soleado y templado para escuchar a Francisco exponer sus ideas para la paz mundial, y reaccionaron muy animados tras su llegada.
La paz, dijo el Papa, “exige acciones concretas. Se construye estando atento a los más pequeños, promoviendo la justicia, con el coraje de perdonar, apagando así el fuego del odio”.
Francisco también defendió la adopción de una actitud positiva, “una que siempre ve, en la Iglesia y en la sociedad, no el mal que nos divide, sino las cosas buenas que nos unen”.
El sábado más temprano, en su homilía durante una misa en la Basílica de San Pedro, Francisco inició el año nuevo elogiando la capacidad de las mujeres para promover la paz en el mundo, y comparó la violencia contra ellas con una ofensa contra Dios.
La Iglesia católica dedica el primero de enero a la paz mundial, y la misa oficiada por el pontífice en la basílica de San Pedro del Vaticano rindió tributo al lugar especial que ocupa la Virgen María en la fe como madre de Jesús.
Las madres “saben cómo superar los obstáculos y los desacuerdos, e infundir la paz”, dijo Francisco durante su homilía.
“De esta forma, transforman los problemas en oportunidades de renacimiento y crecimiento. Pueden hacerlo porque saben mantener unidos los distintos hilos de la vida”, añadió el pontífice. “Necesitamos personas así, capaces de tejer los hilos de la comunión en lugar del alarme de espino del conflicto y la división”.
Francisco instó a todo el mundo a redoblar sus esfuerzos para proteger a las mujeres.
“¡Cuánta violencia se ejerce contra las mujeres! ¡Basta! Herir a una mujer es insultar a Dios”.
Francisco se deshizo en elogios hacia las mujeres, incluyendo las que son madres, diciendo que ellas “miran al mundo no para explotarlo sino para que tenga vida. Las mujeres, viendo con el corazón, pueden combinar los sueños y las aspiraciones con realidades concretas, sin derivar hacia la abstracción y el pragmatismo estéril”.
Aunque en su papado se comprometió a dar un mayor papel a las mujeres en la Iglesia, Francisco ha dejado claro también que el sacerdocio está reservado a los hombres.
A excepción del papa y los miembros de un coro formado por niños y adultos, los participantes en la misa usaron mascarilla como parte de las precauciones por el Covid-19.
Francisco, quien tiene 85 años y está vacunado contra el coronavirus, usó cubrebocas durante un servicio de oración de Nochevieja que presidió un cardenal del Vaticano en la basílica. Fue un cambio poco común de su costumbre de evitar usar mascarilla al presidir ceremonias públicas durante los dos años de la pandemia.
En un tuit el sábado temprano, el pontífice ahondó en su esperanza y estrategia para la paz.
“Todos pueden colaborar en la construcción de un mundo más pacífico: partiendo del propio corazón y de las relaciones en la familia, en la sociedad y con el medioambiente, hasta las relaciones entre los pueblos y entre los estados”.