Las plantas José López Portillo y Carbón II, ubicadas en el municipio de Nava, son responsables de más de la mitad de toda la contaminación generada por la combustión de carbón para la generación de energía eléctrica en el país, de acuerdo con la Iniciativa Climática de México (ICM).
Rafael Fonseca, coordinador de proyectos en transición energética justa de ICM, explicó que la información se obtuvo a partir de datos de la Comisión Reguladora de Energía.
Detalló que las estadísticas varían año con año, pero que fue considerada la generación de las centrales para el año 2021.
Asimismo, según estimaciones de la ICM, en todo el país la generación con carbón representó 2.8 por ciento de la generación y el 9 por ciento de las emisiones del sector. Es decir, es mayor el porcentaje de lo que contamina que de lo que aporta al total de la energía eléctrica de México.
Tal como señalaron Rafael Fonseca y Ana Sofía Tamborrel en 2021 para The Washington Post, junto con otros 44 países, México forma parte de la Alianza para el Abandono del Carbón que busca eliminarlo como combustible para la generación eléctrica antes del año 2030. Aunque México es parte de la alianza, no firmó el Pacto para no construir nuevas centrales eléctricas de carbón en la COP26.
Con datos de 2016, pero publicados hasta 2019, la Secretaría de Medio Ambiente de Coahuila publicó en su Inventario de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero que el 82.4 del total de emisiones de todo el estado, proviene del sector energético.
De ese 82.4, 45.4 por ciento corresponden a las industrias de la energía, particularmente las referentes a la producción de electricidad y calor. Fonseca explicó que no hay datos actualizados para determinar exactamente qué porcentaje de ese 45.4 por ciento corresponde al carbón, aunque con los datos disponibles se asume que es la mayor parte.
En el mismo Inventario, se reveló que el sector residencial aporta solamente el 0.7 por ciento del 82.4 por ciento del total de emisiones del sector energético.
Pueden causar 9 mil 400 muertes
También en 2021, la organización Centre for Research on Energy and Clean Air (CREA), publicó un estudio de Impactos sobre la salud, la calidad de aire y la toxicidad derivados de la minería y generación eléctrica a base de carbón en Coahuila.
En éste se reveló que se estima que cerca de 430 muertes se relacionan con la contaminación del aire provenientes de las centrales eléctricas, lo que provocan costos de aproximadamente 4 mil millones de dólares anuales.
No obstante, se estima que en un futuro, solo las dos centrales eléctricas existentes contribuyan a cerca de 5 mil 900 muertes acumuladas, cifra que podría aumentar hasta las 9 mil 400 muertes en caso de concretarse una tercera central carboeléctrica.
En septiembre del año pasado, el Clúster de Energía de Coahuila, encabezado por Rogelio Montemayor Seguy, entregó formalmente la propuesta de construir una tercera central termoeléctrica que funcione con carbón, misma que ya se tenía contemplada desde el 2021 en el análisis de CREA.
Lo anterior se debe a que cerca de 530 mil personas están expuestas a concentraciones medias de dióxido de azufre en 24 horas, excediendo lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
Otros datos que CREA concluyó sobre la contaminación del aire por carbón en Coahuila incluyen “260 visitas a urgencias relacionadas con el asma, 60 nuevos casos de asma en niños, 80 partos prematuros”.
A ello cabe agregarle “un total de 150 mil días de ausencia laboral por incapacidad y casi mil 900 años vividos con discapacidades relacionadas con la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes y accidente cerebrovascular”.
CREA también informó en 2021 que “las dos centrales carboeléctricas existentes en conjunto emiten aproximadamente mil 700 kilogramos de mercurio al año. Esta cifra aumentaría hasta los 2 mil 200 kilogramos anuales previstos con la incorporación de la nueva central eléctrica anunciada”.
Lo que se propone
Ana Sofía Tamborrel, gerente de justicia climática de la Iniciativa Climática de México, explicó que desde esta instancia no gubernamental dedicada a temas de mitigación de cambio climático, se propone avanzar hacia las energías verdes.
“Específicamente nuestro equipo trabaja en buscar una transición energética justa en México. Para nosotros es muy importante el término de justicia porque reconocemos que hay muchos costos de transitar a otro modelo energético y esos tienen que estar distribuidos de manera justa y equitativa”, detalló Tamborrel.
Agregó que es importante “que nos preguntemos como personas que vivimos en las ciudades, de dónde viene nuestra energía, a quién está afectando la manera en la que nuestra energía se está generando”.
Tamborrel también mencionó que países como Sudáfrica e Indonesia han adquirido fondos económicos internacionales para dejar de depender gradualmente del carbón, escenario en el que también podría entrar México.
Además, la propia CREA detalló que “satisfacer el crecimiento de la demanda de electricidad mediante el desarrollo de energías renovables reduciría en gran medida el costo de la contaminación atmosférica y otros impactos externos a la hora de tomar decisiones sobre la futura generación de energía”.