Insisten algunos lectores asiduos en que comentemos un poco más la situación de MORENA.
Empecemos por decir que MORENA surgió como un paradigma para la subyacente izquierda en Coahuila. No sabemos cuál es el tamaño real de esa izquierda y que tanto daño le ha hecho el PRD (entregado al PRI y a Los Moreira, languideciente). Si ha afectado seriamente su cohesión y hoy se abraza desesperada a un clavo ardiente.
A la gente no le gustan las preguntas, dicen algunos amigos. Pero para reflexionar hay que cuestionarse (cuestionarnos en voz alta y en meditación con luz baja). Entonces, hagamos el ejercicio y comencemos este artículo, con una pregunta de variables múltiples, para ayudarnos a entender el punto de partida:
¿Por qué Andrés Manuel López Obrador (quien ayer estuvo en Saltillo) sube a nivel nacional y local, en las preferencias ciudadanas para la presidencia de la república (en las encuestas); por qué ahora es “bien visto” en un país que parece históricamente “repudiar a la izquierda del mundo” como es Estados Unidos (o hacen los vecinos distantes que parezca que así es), por qué MORENA se dibuja y el PRD se desdibuja; por qué en Coahuila MORENA avanza junto con Lòpez obrador (y por AMLO) y el candidato a gobernador (Armando Guadiana) parece llegar a un tope numérico y detenerse en el avance y no permear más allá de la numeralia presumida (al grado que el mismo gobierno estatal, manipulador de encuestas, “lo sube artificialmente de números” sin miedo al crecimiento real de su enemigo)?
El Partido Comunista tuvo su historia en Coahuila y en Saltillo, hoy casi no se ve, menos se siente. El PRD nunca fue lo que en el país era, acá no ha tenido una presencia tal que lo acerque al PRI y al PAN, pero ha resentido los fracasos y desaciertos nacionales, sus frágiles y antagonizadas dirigencias y su errática conducta electoral.
En los últimos doce años (del moreirato), el PRD en Coahuila ha sucumbido a las alianzas entreguistas, que su “líder volátil” y eterna candidata a la gubernatura, Mary Telma Guajardo Villarreal, le ha endilgado por su cercanía insana con los hermanos Moreira. El PRD se salvaría acaso (en la próxima elección local), con un mínimo votacional del 3%, sacado de no sé dónde y ayudado quizás.
MORENA creció en Coahuila, lo hizo bajo la dinámica incansable de Claudia Garza Del Toro (aguerrida monclovense) y de un grupo de mujeres y hombres bien entrenados para el trabajo de campo, y por una característica básica en el trabajo de equipo: la casi nula necesidad de lucimiento personal. Lo hizo tan bien que ni el PRD lo notó, hasta que ya era tarde (como ahora).
Pero, los interesados en el control político a ultranza de Coahuila, advirtieron el peligro que crecía. Doblaron el interés de MORENA nacional y Claudia fue subyugada a la dirigencia de la Dra. Miroslava Sánchez Galván. Luego, Miroslava sufrió la misma inquina y fue destituida por el comité de honor y justicia.
Hoy, la radióloga Miroslava, es inexplicablemente la dirigente estatal de facto. Otras fuerzas habitan y cohabitan en MORENA. El abogado Ariel Maldonado Leza, (el compadre de Humberto Moreira), opera hilos en la dirigencia. Hilos que no se sabe si son delgados o gruesos, hilos al fin que desvirtúan el trabajo y la autenticidad del movimiento (que no se parece ni a Ariel ni a Moreira).
La dirigencia se debate entre los mismos, como pasa con las tribus al interior del PRD. MORENA en Coahuila se ha contagiado del “Mal del San Vito” (Huntington, trastorno genético hereditario que afecta los movimientos, el pensamiento y el comportamiento), afectado del sistema nervioso. Los resabios del perredismo migrados a MORENA, lo han contagiado genéticamente. Y si le sumamos que fuerzas extrañas se apoderan de sus intestinos, un mal interno crece y la socaba.
Los dolores de panza ya se notan, ¡cuando esta izquierda se arquea!
AMLO, quizás sacará sus votos planeados y Guadiana no será gobernador (aunque quizás sea pronto el director nacional de fomento minero). Si Guadiana se detiene en el avance, o si (peor aún) sus números bajan, estaría haciendo el gusto al PRI de fraccionar el voto. Si se suma a otra oposición puntera, regalaría los votos de MORENA y a AMLO no le gustaría. No podría invitar a otro a subirse a su lugar, porque otras oposiciones no ganan con este MORENA de Coahuila (contaminado y enfermo y con esta izquierda extraviada).
No es este descalificado análisis una idea personal o exclusiva de este medio digital, es solo la síntesis de lo que sus mismos miembros siguieren y lo que la realidad política retrata. Desde aquí y con respeto, deseamos que MORENA se recomponga y que Guadiana Tijerina sea una oposición real y dinámica, cual bálsamo curador, ante la deteriorada salud política, financiera y social de Coahuila.
AMLO quiere votos para el 2018, la gubernatura de Coahuila le interesa a Guadiana, si entendemos estas diferencias, entenderemos la realidad.
Por Coahuila, ¡el voto útil es la prioridad!