Dos sexenios Moreira.
Dos Hermanos gobernadores (nepóticos y megalómanos). Una MegaDeuda y tantos asegunes. Planearon gobernar, fueron tan hábiles, tan cínicos. La urgencia de salir limpios, de negociar con el PRI nacional y con la presidencia, los trasforma en mercenarios de la política. Amantes del dinero, su prioridad es no sucumbir no obstante el desfalco de miles de millones, (“el fantasma del lavado y los negocios con dinero del peculado”)… y tantas mentiras.
Fue el mismo Rubén Moreira Valdez, aun gobernador de Coahuila, quién alteró el reloj político. Primero porque para salvar su matrimonio había que hacer caso a su esposa e impulsar al cupido Miguel Ángel Riquelme Solís (ya la guarurada y los negocios al puro estilo Hidalgo, no fueron suficientes. Le enseñó el camino del dinero fácil, y ella…aprendió fácil). Pero no pega el desangelado y atufado Miguel (no duerme…, y además el “desgobernador lapa”, no lo deja ni descansar). No prende políticamente, luego de muchos millones del erario, aún parece asustado.
Un gobierno debilitado al máximo y con tanto que esconder, le convenía violentar el reloj y delfinar a Miguel Riquelme. Era más importante, desde el foco político: distraer la atención de los temas ominosos (MegaDeuda, corrupción, inseguridad, negocios desde el poder, PRODEMI y la danza de los millones, las casas de los funcionarios, el aumento patrimonial injustificado y el enriquecimiento inexplicable), que aparentar control y gobernabilidad.
Y entonces, desde el PRI, hubo una PRIMERA REACCIÓN. Se debocaron los caballos.
Les valió madre la Ley, les vinieron guangos los tiempos y despreciaron las formas. Les dijeron a todos que el que fuera más conocido y el que fuera más red socializado, podía ganar una encuesta). Unos ponis, otros simples jamelgos y algunos pocos cuartos de milla. “Arrancaron en falso”.
Alejandro Gutierrez Gutierrez, sacó la cabeza y se multifotografía con su Jefe Beltrones, como operador político nacional. Enseñando el músculo (sobre expuesto) al grado que el desgobernador asustado, le puso el nombre de Alejandro a una calle (en Múzquiz, y no en Ramos Arizpe, la tierra de los Gutierrez). También fue una cicuta al estilo Moreira, en la que quizás y solo quizás: ¡Gutierrez, cayó! Luego de ello, le sirvió al gobernador: le nombró delegados en varias entidades, le patrocinó eventos políticos y le mejoró sus deterioradas relaciones con Beltrones. Llegó incluso a decir que Moreira era “el mejor gobernador del mundo”.
Hilda Flores Escalera, se convirtió rápido en “la chica de la redes”. Unas veces con mucho contenido social y otras con trivialidades mediáticas; su sobre exposición le costó una andanada política. Llegó el caso que el mandatario se encrespó y le dedicó columnas y artículos de sus pagados. De desleal y oportunista a mujer débil y de perdedora de elecciones, la calificaron los esbirros del rey. Plurinominal su senaduría pero bueno su desempeño, le han dado identificación social . Trabaja sus relaciones en el DF.
Enrique Martínez y Morales, permutó delegación federal. Dejó economía y tomó Sedesol. Dejó la suave relación con los empresarios y cambió al contacto popular. Pero, aún está bajo el influjo neoleonés. Su jurisdicción es acotada por el gobernador Moreira. ¿Cómo llegar a Coahuila, cómo dar mensajes congruentes, que busca posiciones en su natal Saltillo y en su entidad familiar (aunque su familia desciende de gente de Nuevo León)? Pero su abuelo fue empresario saltillense, y su padre, fue gobernador de Coahuila. Y se dice que hubo un pacto (con Humberto Moreira, y con Rubén “de aval”) para que se proyectase la carrera del hijo. A la postre, resultó pacto fallido.
Javier Guerrero García, empezó tibiamente a sacar la cabeza. El político mejor posicionado en el DF, es rehén de sí mismo, su zona de confort y los antecedentes delincuenciales del gobernador, lo arredran. Pero empezó a soltarse. Un legislador de carrera y un político sereno. Solo habría que sopesar que: hay que ganar la candidatura y en su caso, la elección. Que hay que competir dentro y fuera del partido, que hay que vencer al gobernador y a sus inercias; conquistar a la presidencia y negociar con el CEN.
Se juntaron los “no Moreira”:
Javier Guerrero García, Hilda Flores Escalera y Enrique Martínez y Morales. Pactaron apoyarse, informarse, moverse (en el centro y en el terreno), y reunirse con regularidad para ir definiendo el comportamiento. Todos, evitarían confrontar y caer de esta forma en el juego perverso del mandatario. Las apariciones habrán de ser prudentes y hasta equitativas, referenciadas al quehacer específico y a los espacios de movimiento “naturales”.
Luego ha trascendido que, más allá de aquel pacto del “trio DF”, se envalentonaron en lo individual y pactaron… otros pactos. Javier, empezó a captar renegados del gabinete de Rubén. Sendas reuniones en el DF con un trio fantástico de aliados de mucho tiempo (JM, I, J). Aseguraron que su jefe no sabe de su desliz, que solos tomaban el riesgo (por el bien de Coahuila). Y, ¿Quién sabe si el jefe sabe? Solo ellos. Y Javier ¿le reportó eso a los aliados en su “trio DF”?, seguramente no. Aunque el amarre importante con Enrique Martínez y Martínez lo conmina a abrirse más con Enrique hijo: Al haber pactado una unidad, se deje claro que el hijo no se le atravesará a Javier, que en cambio, se vea la fórmula: Javier, candidato a gobernador y Enrique, candidato a alcalde de Saltillo.
Enrique, se mueve en la antesala de la partida de su padre a Cuba. Ese largo protocolo que llevó meses. Ve secretarios, y es llevado a una reunión con el presidente. Hacerlo delegado en Coahuila, es la idea. Una que tenga maniobrabilidad y de preferencia, recursos y programas que lo re vinculen con el electorado, hasta ahora secuestrado por los Moreira.
Hay que decir que esa masa amorfa de electores, si está de rehén pero hay fraccionamientos, hay grupos y hay desbandada. Esa desbandada, ante la censura, no ha sido para el tricolor. Y miren lo que ha pasado en Tamaulipas, (el otrora PRI duro); se decanta contra el tricolor en traiciones en pleno proceso. Tamaulipas y otros casos, son ventanas políticas por donde conviene ver desde ahora.
Hilda, se frenó, alguna seguridad hay en su estrategia que le sugiere la prudencia en vez de ganar terreno ¿o lo ha ganado en algún pacto subterfugio? Pero ¿con quién pudiera pactar la señora Flores Escalera que le diera “doble birdie”, sin exposición?, seguramente con alguna figura local.
Y ese trio del DF, con una estrategia del pacto, muy singular: unidos por si se ocupa, pero movidos unilateralmente (aun con su experiencia; incursionando por los sótanos políticos).
Ven los panistas que el desmadre tricolor es escenario ideal para brincar trancas electorales. Ven que el hartazgo al Moreirato es enorme y que la rudeza del mandatario congela a los aspirantes del PRI.
Gerardo Garcia Castillo, desde Monclova, con su desenfado y cara fresca, se apronta y logra pactos subterráneos (que ya se filtran), con cartas juagadas en Torreón (el ex alcalde José Ángel Pérez, por ejemplo). Luis Fernando Salazar, senador por accidente, memista se supone y coyote del carbón, se gana sitio machacando la MegaDeuda. Luego, dispersos pero vivos: Silvia Garza Galván, Marcelo Torres Cofiño, Jorge Zermeño Infante, Juan Antonio Garcia Villa; dan señales de vida de cuando en vez. Marcelo, es delegado en Durango, solo el triunfo albiazul en esa etapa, lo catapultaría a algo más.
Isidro López Villarreal, usando la plataforma de la capital y otras cachuchas que se va agenciando (CONNAMP, la más reciente: por ejemplo). Va en serio (tiene abolengo y hasta nombre de calle). Puede aliarse con Armando Guadiana Tijerina, el indómito e independiente, que se ha dado de plazo el 1 de noviembre, para medir su marca. Piensa que Lenin Pérez, que Gerardo Garcia y que Raúl Sifuentes, pueda declinar el ir solo, privilegiando un voto útil y un bloque opositor “honesto” (en el que todos cumplirán su palabra empeñada de apoyar al más posicionado). ¿Pero, puede Isidro con el paquete, su inexperiencia política no se resuelve en dos años de alcalde, está dispuesto a enfrentar a Los Moreira o ha escogido la riesgosa vía del arreglo; tomará una candidatura independiente, si la exigencia del bloque opositor es esa?
Los otros partidos:
MC, con Raúl Sifuentes Guerrero como su abanderado. Este abogado es experimentado, muy toreado en estas lides y puede ser factor de unidad para un “bloque opositor” que haga la diferencia ante el Moreirato y sus intentonas dictatoriales, pero esa argucia de que el no aspira, que será solo el bondadoso facilitador, le genera desconfianzas en sus homólogos.
MORENA, PRD, UDC, PT, y el sinfín de aliados del PRI (PCC, PV, etc.), y de negocios de Rubén y de Humberto, verán los toros desde la barrera y se aliarán para conservar sus registros; (con el mejor postor). Guadiana asegura que MORENA va en paquete con él. MORENA ha crecido, ha tomado lo que los otros chicos no abarcan (por sus rencillas internas), el PRD principalmente.
El indómito.
Armando Guadiana Tijerina, ha dado de plazo el primero de noviembre para implantar su marca. Si permea cerca o sobre el 24%, irá solo por la gubernatura , sin partido. De otra suerte, se sumará al bloque opositor y de él, al mas posicionado. Todo esto es la estrategia que ha dejado a los medios, pero nadie sabe que quiera Guadiana, que plan trae, como quiere cambiar Coahuila y si tiene idea de a que se está metiendo. Ni una sola propuesta temática en sus varios meses de exposición.
La alcaldía de un año, que puede ser reelegible por otros tres, (se acaban las alcaldías atípicas de cuatro años, y el cerrajero mayor, que inventó el candado de no reelección inmediata para los del PRI, dejó copias de las llaves por doquier), será en primer término, ocasión de en rutar a renegados que no resultaran favorecidos. Imaginen por un momento a Saltillo, como pastel político. El daño que ha hecho Rubén enfrentará a personajes. Un choque de trenes que podría darse entre Luis Horacio Salinas Aguilera y Enrique Martinez y Martinez (han cohabitado por décadas sin rosarse, en la política y en los negocios, y ahora los enfrentará la perversidad de uno y el ánimo familiar).
Entonces, a mayo del 2016, (6 meses antes de que inicie el proceso electoral, 7 u 8 meses de los destapes, a un año y días de la elección); no hay nada para nadie, y está claro que un tercer sexenio Moreira, no es opción. Que es más fácil que el PRI pierda la elección (por primera vez, o que sea entregada a la oposición, previo pacto de salida limpia y no cacería de brujas), que heredar otro sexenio intestino. Los hermanos Moreira están aliados y placean a varios para ver si alguno pega, de refilón. Para controlar el mercado y tratar de negociar la senaduría o alguna tabla de salvación. En tanto, mueven sus fichas por las alcaldías y por las diputaciones locales, para cuidar las leyes que los desnuden y para copar políticamente a quien venga.
La decisión en su momento, de quien será el candidato del PRI, suena más a prioridades del centro y a las estrategias rumbo al 2018 (en el CEN y en Los Pinos). Recordemos que Coahuila cambia gobierno en 2017 y se elige gobernador en misma fecha que el Estado de México.
¿Quiénes…, desde el PRI o desde un bloque opositor, desde el PAN o de alguna candidatura independiente; son capaces de enjuiciar a los Moreira, sin pactar salidas limpias; y sobre todo, de regresar el dinero a los cajones de donde fue saqueado? Ahí, en esa respuesta, en esa reflexión profunda y valiente; ¡reside el futuro de Coahuila!